Los rumbos cambian, aquello que nos gustaba hacer un día pierde importancia, pretextos hay muchos, falta de tiempo, prioridades, compañías, interés, pero todos tenemos lugares casa, es decir todo aquello que nos gusta hacer y que cuando lo hacemos nos llena tanto como sentirnos cómodos en casa, acciones que nos llenan de pasión, que nos recargan la pila, que nos hacen sentir vivos, que se disfrutan tanto, y que a veces nos hacen cuestionarnos el porqué estamos en otro lado.

Desde leer un libro con buena música, cantar, pisar un escenario, ir al bosque, escribir, pintar, comer, armar un rompecabezas, jugar un juego de mesa, escalar, o tomar de la mano a esa persona especial, abrazarla con tal fuerza que el corazón se sienta en paz,  jugar con la mascota, hay acciones y personas que son nuestra verdadera casa, la descripción completa de la frase: de aquí soy, todo aquello que nos muestra lo mejor de la vida, todas esas pasiones por las que vale la pena vivir.

Puede leerse romántico, incluso un cliché de lo que es felicidad, un lujo, pero cuantos de nosotros no hemos sentido que el reloj se detiene, el aire es más limpio, la luz es perfecta, y hemos probado el sabor de la gloria, momentos que nos hacen olvidar lo demás, donde todo el mundo es nuestro amigo, donde somos, donde crecemos, donde existimos.

No quiero que se confunda con descanso que en ocasiones nuestro mismo cuerpo nos ruega, por eso no puse de ejemplo ninguna acción que solo implique ser espectador, en los lugares casa nosotros somos los protagonistas, se inclina mucho más a ser apasionado, aquellas acciones que en una parte de nuestro cerebro nos produce placer, energía y motivación.

Somos seres que para funcionar necesitamos crear, necesitamos imaginar, que tenemos anhelos de cumplir sueños, de lograr metas, nos enriquecemos con la energía, aquella invisible pero perceptible sensación de bienestar, hemos llegado hasta el día de hoy y requerimos un balance adecuado en nuestra vida, un punto de equilibrio, dejar de huir de lo que deseamos y hacernos una idea clara de lo que necesitamos, un momento de silencio e introspección.

Es momento de llenar la vida de nuestra pasión, de darnos el tiempo y hacer de nosotros nuestra prioridad, de acudir a nuestro lugar casa, agradecer por lo que nos hace sentir y vivirlo plenamente, por el resto de nuestro paso en este mundo.

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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