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El que parte y reparte, le toca la mayor parte”.
Refrán popular.
Ha llamado poderosamente la atención la postura de 10 gobernadores de diversas entidades federativas, para pedir al ejecutivo federal y al Congreso de la Unión, el reparto equitativo de recursos.
En columnas anteriores, tocamos el tema de la coordinación fiscal, que inició en 1980 y por la cual, los gobiernos de los estados, renunciaron, a favor de la federación, para que esta última cobrase los impuestos y los repartiera con base en una fórmula especial, de manera proporcional a los municipios y entidades federativas.
Por años, las quejas fueron menores, pero desde el año pasado, en que el crecimiento económico fue de cero y éste que inclusive, el retroceso será mayor a los 12 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), ha dejado sin recursos a muchos gobiernos.
El año 2021 pinta terrible, pues a pesar de que habrá un crecimiento, según analistas, del 4% en el PIB, la realidad es que seguiremos abajo 8 puntos porcentuales, con relación a lo que crecimos en el 2018, y con una relación álgida con el nuevo gobierno del país más poderoso del planeta, recordando que al día de hoy solo dos países latinoamericanos no han reconocido el triunfo electoral de Joe Biden, incluido México.
En este panorama, el gobierno federal, apegado al marco normativo, presentó en tiempo y forma el proyecto de Ley de Ingresos y Egresos, en los que, con base a su visión, privilegió los proyectos que ha venido anunciando, como lo son la entrega de dinero público a diversos grupos sociales, la refinería, el tren maya, el aeropuerto, entre otros.
En teoría, todo estaría bien, sin embargo y con argumentos sólidos, tanto Gobernadores, Alcaldes y Rectores de diversas Universidades Públicas del país, se han quejado de la inequidad en la repartición de recursos, pues es claro que se requiere reactivar la economía, y esto no puede hacerse con recortes al gasto en infraestructura de los municipios y las entidades federativas, mucho menos a la educación y a la investigación.
Del 100% de los recursos que se recaudarán, solo el 4% llegará a los municipios y conforme a una carta remitida por la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), la educación de millones de jóvenes se pone en riesgo, pues no se puede garantizar la calidad sin ingresos.
Para el caso particular de Hidalgo, se recibirán mil millones de pesos menos que el 2020, con lo cual, de igual manera se pondrán en riesgo proyectos de desarrollo e infraestructura, resaltando que entidades gobernadas por MORENA, sufrirán menos recortes y en algunos casos, saldrán ilesos de la baja de recursos.
Los partidos de oposición presentaron más de 1000 reservas en la cámara de diputados, para que se re direccionara el presupuesto, pero en mayoría, los diputados del Verde, PES y MORENA, decidieron solo aceptar 9, presentadas por ellos mismos.
Así, el presupuesto del 2021, lejos de ser equilibrado y acorde a las necesidades de todos, será en privilegio de un grupo que intentará ganar la mayoría electoral el año entrante, lo que en política es válido, pero en administración pública, es desdeñable.
Por hoy me despido, esperando tus comentarios.
Hasta la próxima.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
