El 6 de octubre del 2016, era noticia el inminente recorte presupuestal que sufriría, desde el lado institucional, el cine mexicano. Así lo exponía la agencia de noticias EFE, son su nota que tenía como cabeza: “Advierten fuerte impacto del recorte presupuestal en el cine mexicano”.

Esa nota de EFE, hacía eco sobre los señalamientos que mediante un comunicado público emitido por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas entonces presidida por la actriz Dolores Heredia. En el texto es de llamar la atención lo siguiente: «& la Academia lanzó “una voz de alerta” e indicó que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación que presentó al Congreso en septiembre la Secretaría de Hacienda “evidencia que el arte y la cultura son actividades que se castigan inmediatamente con la disminución presupuestal” ».

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, encabezada en ese tiempo, por José Meade, proponía un trascendental recorte al presupuesto del sector cultural. Cabe apuntar, que en los tres años anteriores a esa propuesta de Meade, ya se habían ejecutado recortes presupuestales en este rubro. En los primeros 4 años del gobierno de Peña, se redujo a la mitad el presupuesto asignado al cine.

Para el año 2012, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), recibió 523.8 millones de pesos (mdp); en el 2017, fueron 275.6 mdp, los que se le asignaron en el Presupuesto  de Egresos de la Federación (PEF). Ahora, para el 2021, el PEF contempla 191.6 mdp destinados al Imcine, 46.2 mdp menos que en el 2020. Rebasa lo superlativo el decremento presupuestal desde hace ocho años.

Ante este panorama financiero, me pregunto: ¿Qué opina de esto, la titular del Imcine, María Novaro? En mayo pasado, expresaba con ánimo optimista: “A partir de 2021 vamos a quedar mejor armados y vamos a demostrar que la industria cinematográfica sigue creciendo, que es más incluyente, más rica&”

Puede ser posible que la industria mexicana, desde hace algún tiempo, es más incluyente, en cuanto a temas de género se refiere. Es palpable que en términos industriales, el cine mexicano sigue creciendo, esto se debe al incremento de las inversiones privadas. Respecto a quedar “mejor armados”, queda la duda. Y de que la industria en el 2021 será “más rica”, luce complicado.

El cine mexicano es resistente, su historia es de supervivencia, hace 20 años, era negro el panorama, solo había rasgos de una potencial industria de cine nacional. Quiero pensar que el presupuesto para el próximo año, tendrá un mejor manejo, y por lo tanto, mejores resultados para la actividad institucional cinematográfica de nuestro país.

ACLARACIÓN                                               
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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