Para qué invertir millones de pesos en organizar elecciones, si, de cualquier forma, los resultados son impugnados en tribunales, con acusaciones de fraude, compra de voto, actas alteradas y un árbitro electoral cuestionado entre los participantes de la contienda.

La democracia es cara para que sea confiable, pero en un estado pobre, ese dispendio deriva en insulto.

Dinero destinado a los representantes de los partidos en las casillas, más presupuesto para el programa de resultados preliminares, ampliación de recursos en el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) y al final, esa inconformidad que se traduce en quema de boletas y protestas. 

Al tener en cuenta que la participación en las urnas el pasado domingo 18 de octubre fue de 48.96 por ciento, y que 2 millones 186 mil 338 hidalguenses podían sufragar, ejercieron su derecho al voto 1 millón 70 mil 431 ciudadanos.

De acuerdo con el rubro Financiamiento Público, en el sitio especial de elecciones que habilitó el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), dicho organismo y los partidos políticos dispusieron de 572 millones 398 mil 261 pesos.  

A esto se suman los 95 millones 277 mil 283 pesos que el instituto solicitó como ampliación de presupuesto en septiembre, lo que da un total de 667 millones 675 mil 544 pesos. Es decir, que cada voto costó 623 pesos.

Mientras que el presupuesto de egresos de la Secretaría de Finanzas de Hidalgo contempló para el organismo autónomo 466 millones 383 mil 97 pesos, además de 79 millones 565 mil 164 pesos como financiamiento a los partidos políticos, a lo cual se suma la ampliación de septiembre.

Con estas cifras, el costo de cada voto depositado en las urnas en la elección de presidentes municipales fue de 599 pesos.

Pero la noche del 18 de octubre, la fiesta priista sonaba al ritmo de la cumbia del Combo Loco y la Sonora Dinamita en las oficinas del bulevar Colosio, donde la pandemia por coronavirus no fue impedimento para celebrar las victorias electorales que aún no eran oficiales ese día.

Una semana después, con 32 municipios tricolores ya confirmados, moriría el alcalde electo de San Agustín Tlaxiaca, Felipe Hernández González, por COVID-19.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *