El mercado de fichajes para el inicio de la temporada 2020-2021 en Europa terminó el pasado martes y por supuesto que será uno de los más recordados en la historia, ya que se dio dentro del contexto de la pandemia mundial causada por el Coivid-19.
Algo que caracterizó a esta ventana estival fue la premura de un montón de equipos por deshacerse de jugadores con una ficha alta, es decir, que su salario representaba un fuerte gasto para el club. El mayor ejemplo de esto fue el FC Barcelona.
Los cuantiosos salarios (permitidos por Bartomeu) fueron una preocupación constante para la entidad blaugrana desde hace por lo menos dos años, sin embargo, lo que agudizó la urgencia por librarse de los jugadores que percibían estas enormes sumas de dinero fueron las pérdidas millonarias (el último reporte fue de 97 millones de euros) derivadas de la dilatada ausencia de futbol y la posterior reanudación a puertas cerradas causadas por la pandemia.
Así como la escuadra catalana, muchos equipos en Europa se dieron a la tarea de priorizar las salidas de los jugadores que eran menos rentables según el parámetro sueldo/protagonismo, siendo otro claro ejemplo el Real Madrid, que decidió no hacer contrataciones este verano (algo histórico para el club) y emplear todos sus esfuerzos en darle salida a James Rodríguez y Gareth Bale, quienes eran de los cinco mejores pagados de la plantilla y al mismo tiempo quienes menos minutos tenían.
Aunque los objetivos de varios clubes fueron similares, la manera de alcanzarlos fue distinta según los casos. Para seguir tomando de ejemplo a los grandes de España, mientras Barcelona “vendió” a jugadores como Suárez, Vidal, y Rafiña, generando una ganancia de seis millones de euros por los tres jugadores, el Real Madrid, además de desprenderse de las fichas de Bale y James, logró una ganancia de 100 millones de euros al vender a canteranos como Reguilón, Mayoral, Hakimi y Oscar Rodríguez.
En el mercado de fichajes no todo fueron tristezas, pues como en últimos años, la Premier League le puso el pecho a las balas al ser la liga que más dinero gastó con 1,300 millones de euros (cifra menor a los 1,600 millones de euros gastados la pasada campaña). Dentro de los principales contribuidores a esta suma está el Chelsea. El club londinense gastó cerca de 250 millones de euros en los fichajes de Timo Werner (53 millones), Kai Havertz (80 millones), Ben Chilwell (50 millones), Hakim Ziyech (40 millones) y Edouard Mendy (24 millones).
Además de los “Blues”, el Manchester City fue otro de los grandes animadores de la mejor liga del mundo al gastar en esta ventana un total de 136 millones en tres futbolistas: los defensas centrales Rúben Dias y Nathan Aké provenientes del Benfica y Bournemouth respectivamente y el extremo derecho Ferrán Torres, comprado al Valencia. Mención especial al Tottenham y Arsenal, quienes gastaron 95 y 83 millones de euros respectivamente para la 2020-2021.
Así, el mercado de fichajes de esta temporada ha sido uno donde los clubes han abaratado a sus mejores jugadores de maneras increíbles, uno donde ningún traspaso rebasó los 100 millones de euros y en el que una vez más, la Premier League se erige como la competición más sólida económica y deportivamente hablando.
¡Hasta la próxima!
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
