Bandas y cantantes mundialmente reconocidos han pisado la plancha del Zócalo capitalino. Varias veces han roto récords de asistencia. Entre los que más gente congregaron para su espectáculo están Justin Bieber, Vicente Fernández, Juan Gabriel, Roger Waters, Café Tacuba y Paul McCartney; todos ellos reunieron más de cien mil espectadores según precisos conteos, algunos rondaron y hasta rebasaron los 200 mil pelados que aguantaron por horas, bien apretados, para escuchar al motivo de su admiración.

Pero en los últimos días, la capacidad para calcular cuántas personas se reúnen en la Plaza de la Constitución en un momento específico luce algo extraviada. Este fin de semana el Frente Nacional AntiAMLO (Frenaaa) convocó a una marcha y concentración en ese sitio luego que el presidente los desafió a reunir más de cien mil simpatizantes para tomar en serio su disidencia y renunciar al timón, mera bravata pues eso no ocurrirá así junten medio millón de inconformes. De todas formas los Frenaaa se levantaron las mangas para mostrar músculo y llegaron en caravana (esta vez no motorizada) a la plancha.  

Según conteos varios, el estimado fue de entre 5 mil y 300 mil asistentes. “Nomás” una diferencia de más/menos 295 mil antiAMLO (alguien no es muy bueno para contar). La cifra más pequeña la arrojó la policía capitalina, mientras que la más entusiasta fue mencionada por simpatizantes de Frenaaa, organización que compartió su propio conteo en redes sociales: 183 mil ciudadanos, ¡frente a notario!, a los que acomodó como vaguito del Tetris pues todos juntos no llenaron ni media explanada.

La concentración hizo a Andrés Manuel lo que el viento a Benito (no confundir con Mussolini) y el lunes volvió a picar el orgullo de sus detractores, que hasta les va a poner una hamaca para que aguanten el campamento hasta 2022 y pedir la revocación de mandato; “tienen que echarle ganas”, les dijo.

Todavía chabacanos, el mandatario y sus seguidores hacen mofa y memes de los que protestan con casas de campaña que ofrecen en alquiler, pero que paso a paso han sumado simpatía de quienes comparten tanto reclamo como discurso. Si bien no llegaron a los cien mil que querían, sí reunieron decenas de miles, cifra nada despreciable si consideramos que probablemente aumentará en los próximos meses e incluso años, pues los fundadores del movimiento tendrán los ojos bien clavados en 2024.   

Hay tiempo, pues, para engrosar las filas de Frenaaa con más playeras verdes de la Selección Nacional y estandartes de la Virgen de Guadalupe, símbolos que bien representan el nacionalismo clerical que alimenta el movimiento. 

En tanto, el presidente sigue minimizando a sus detractores y prefiere ignorar que su llamado comienza a replicarse fuera del círculo fifí al que achaca todos sus males.

 

ACLARACIÓN                                            
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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