Tal vez es consecuencia de traumas de la infancia, de esas nuevas formas de vida, de los cambios de mentalidad, de la necesidad de evolución, el punto es que la vida está cambiando, lo convencional hoy en día está en extinción.
Desde la forma de trabajo, la incursión indispensable de la tecnología, la valoración de los tiempos, del espacio de trabajo, de la vida social y en familia, las nuevas generaciones en búsqueda de una vida un poco más respetuosa del medio, preocupados por el ser, el individualismo y el crecimiento personal.
La sociedad hoy en día se ha replanteado la importancia de la vida en pareja, la importancia de ser padres, obligarse a adaptarse a las reglas de un trabajo, de una casa, hoy en día los roles son diferentes, las necesidades requieren satisfacción pronta, respuesta inmediata.
La productividad busca su balance con la vida personal, la motivación depende del entorno y el contexto, existen familias muy distintas, la vida está presentando la oportunidad para replantearse el día a día, algunos en pareja, otros viajando, otros entre amigos, se está trabajando por el bien externo, el éxito profesional, económico, y tangible.
Ahora es importante buscar el equilibrio, ese que solo se encuentra al evolucionar el interior, al nutrir el alma, esa parte intangible que se manifiesta abruptamente cuando nos rompen el corazón, cuando nos sentimos enamorados, cuando sentimos pánico de perder a alguien, propiciar el balance de un ser saludable física y emocionalmente, no lastimar, ser honestos, y abrirse a la oportunidad de ser felices al lado de esa persona que nos hace vibrar con cada célula del cuerpo, permitiéndonos cambiar nuestros planes, el diseño de nuestros sueños, y dejar de conformarse con una vida impuesta, cambiar lo que se tiene por la que se quiere.
Adaptarse, no quedarse atrás, no permitir que te gane el tiempo, aquel ente extraño, esa teoría inexplicable, eso desconocido, aún no sabemos sus reglas, modifícalas para ti mismo.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
