La violencia es el arma por excelencia del patriarcado. Ni la religión, ni la educación, ni las leyes, ni las costumbres ni ningún otro mecanismo habría conseguido la sumisión histórica de las mujeres si todo ello no hubiese sido reforzado con violencia. 

El inicio de esta semana estuvo marcado por la “polémica” suscitada en redes sociales respecto a una publicación realizada por el youtuber Luisito Comunica. De inmediato el ejército de “onvrez” entró a la defensa del influencer y directo a los ataques contra las mujeres. 

Si bien las redes sociales facilitan los debates en donde se pueden o no compartir puntos de vista, esta situación solo sirvió para confirmar (una vez más) lo que ya sabemos: en este sistema patriarcal, las bromas, chistes y memes sólo son humor para la gran mayoría de personas con las que compartimos nuestro entorno. Dejando de lado lo verdaderamente importante: EL MENSAJE.

Y si, fue este mismo por el que todas las mujeres saltamos al ruedo y señalamos al famoso y su publicación. Porque más allá de la promoción a la marca mexicana, el consentimiento de su novia o la ignorancia del youtuber, el mensaje es claro y la situación que se marcó con el ya famosísimo nombre es una situación con el que todas las mujeres tenemos que lidiar en cada fiesta, convivió, reunión en donde haya presencia de alcohol.

“Tus nalguitas serán mías” Avisada estas

Llevamos ya muchos años gritando bien fuerte: “Ni una menos. ¡Basta, dejen de matarnos!”. A partir de ese momento comenzaron a tener mayor visibilidad diferentes tipos de violencias que vivimos las mujeres a diario: acoso callejero, descalificaciones, humillaciones, cosificación, entre otros. Asimismo, las jóvenes cada vez más se animaron a denunciar abusos y violaciones en diferentes ámbitos (laboral, deportivo, del rock, artístico, escolar, etcétera).  

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, apología es cualquier discurso de palabra o escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo. También, la apología es definida como cualquier expresión oral, escrita o de otro tipo, que se difunde con la intención de brindar apoyo a una persona, una organización o una causa.  

Y esto es de suma importancia en el contexto actual en el que nos encontramos. En un país en donde según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infanca (UNICEF), tan sólo en 2018, 40 mil 303 mujeres sufrieron una violación sexual y al menos 19.2 millones de mujeres fueron sometidas en algún momento de su vida a algún tipo de intimidación, hostigamiento acoso o abuso sexual. Datos de 2019 indican que cada 18 segundos una mujer es violada en México, por tanto, la apología de la violación no es un tema menor. 

Las mujeres que se posicionaron en contra de la fotografía del youtuber también recalcaron lo terrible de querer hacer comedia con las experiencias de muchas mujeres que han denunciado haber sido violadas cuando se encontraban en estado de ebriedad. 

La crítica de esta publicación está relacionada con sus contenidos, puesto que en el texto se hace apología de la violación, no se trata de un chiste, no es cómico, y es esto lo que nos produce rechazo, al igual que sucede con la violencia terrorista y racista, pero la crítica es más contundente ante la paradoja de que quien es responsable de este debate, un youtuber seguido por más de 20 millones de personas, muchas de ellas jóvenes y “onvrez”.

Es nuestra obligación exigir a quienes ostentan ser figuras públicas (influencers)  que sean coherentes con sus responsabilidades y defiendan en todas sus actuaciones el derecho a la igualdad de mujeres y hombres. Coherencia y cumplimiento de la legalidad es algo que la ciudadanía nos exige a las mujeres que estamos dentro del feminismo. 

Este suceso dice mucho de la forma en cómo se han normalizado estas situaciones, haciéndolas parecer algo gracioso, cuando en realidad se oculta situaciones reales en donde las mujeres resultamos lastimadas, la manera en cómo la sociedad prefiere mirar hacia otro lado ante un hecho tan grave como éste sólo ha generado dudas.

ACLARACIÓN                                             
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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