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Aún en el ocaso, la administración de Yolanda Tellería no deja de sorprender, por ejemplo, ahora con la “jubilación” que regaló al secretario de Administración del ayuntamiento capitalino y compadre de su esposo Daniel Ludlow, Luis Constancio Reyes, así como a la directora de Recursos Humanos, María Teresa Martínez, quienes sin trabajar continúan cobrando a costillas de los impuestos.
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Será en el transcurso de este viernes cuando generen la circular correspondiente para extender la suspensión de plazos y términos del gobierno estatal, es decir, que el retorno laboral se avizora al menos hasta octubre, como anunció ya la parte federal para su plantilla burócrata, ante la falta de condiciones sanitarias que ha generado ya la cancelación de ceremonias como el Grito de Independencia.
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El alcalde de Tlahuelilpan Juan Pedro Cruz Frías, cierra su administración como pocos, y eso ya es mucho decir, pues entre sus prioridades de fin de cuatrienio destaca la inauguración de un tugurio, cuya propiedad se le atribuye, donde apareció muy bien acompañado de una de esas llamadas rubias Koleston y sin mucha sana distancia que digamos, pero eso sí, con una cerveza.
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Algunas legisladoras locales solamente son reactivas, no propositivas, como la representante por Actopan, Jazmín Calva, que esperó hasta las manifestaciones contra la violencia femenina ejercida en algunas demarcaciones de la región Tula y demás municipios del valle del Mezquital para pronunciarse al respecto, lo que más bien fue tomado por la población como montarse en el tema.
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En la administración de Francisco I. Madero parecen ocurrir maniobras extrañas. Al menos cuatro extrabajadores de distintas áreas aseguran haber sido dados de baja por instrucciones directas del alcalde Lucas Pablo Guzmán Isidro, ¡desde 2018! Sin embargo, a la fecha sus nombres continúan en la nómina y se sospecha que estos no son los únicos ejemplos de dichas irregularidades.
ACLARACIÓN
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