En ocasiones escuchamos repetidamente que las parejas pasan por crisis, hasta ahí es normal. Que si los años, monotonía, rutinas, problemas financieros, etcétera. Lo que es muy difícil aceptar como seres humanos es cuando ya no te quieren o quizá nunca te quisieron, pero estaban contigo por una ganancia secundaria (que más adelante explicaré).

No están contigo por lo que realmente eres, por lo vales como persona y, si es así, en verdad es urgente que te retires con toda tu dignidad, ya que será lo único que no te podrán quitar. Aunque sientas que se te cae el mundo, que poco a poco la vida se te rompe en pedazos, no podemos confundir el apego o la codependencia con el verdadero amor o desamor que sentimos.

Quien dice amarte nunca permitirá que sufras por su causa. El amor es una decisión, no una obligación, por lo tanto, esa persona simplemente dará lo mejor de sí y tú también lo harás, es así como los engranes hacen funcionar la máquina.

En el amor la lucha de poderes es la cosa más estúpida, una pareja debe vivir en igualdad de circunstancias, gustos, a veces se pelean por la tontería más insignificante, pero quieren demostrar quién es el que manda en la relación, es muy desgastante emocionalmente y va destruyendo el vínculo poco a poco.

Hay parejas que discuten y pelean diario, y aunque la discusión es sana, las peleas no, pues no conducen a nada bueno. Cada quien tiene derecho a expresar lo que siente y lo que piensa, todo de buena manera, sin gritos, sin ofensas, sin groserías, aunque no coincidan en la forma de pensar, serán capaces de establecer acuerdos. Pero si alguno de los dos no los respeta, las cosas no funcionarán, se les olvida que son del mismo equipo y que juegan para el mismo lado.

Con tal de no estar sola, mucha gente escoge cualquier compañía, cualquier persona tóxica. Hace algunos meses publiqué cómo son los tipos de relaciones tóxicas, aquellas en que por miedo de afrontar la soledad prefieren estar con quien no los ama. Pero a todo te acostumbras, no hay nada malo en la soledad, también es libertad, que no quieras verlo así es porque a veces hemos llegado a idolatrar a la pareja, lo cual, insisto: no es amor.

Ahora bien, la ganancia secundaria es cuando alguien ya no te quiere o dice quererte, pero hace cosas que te duelen y dañan ya que de una u otra forma recibe un beneficio.

Por ejemplo: supongamos que uno de los dos da una golpiza al otro, pero al otro día se cura en salud mandando flores, detalles, regalando hasta viajes o joyas, entonces la otra persona acepta golpes o infidelidades, porque recibe su ganancia secundaria. Sin darse cuenta que cada día se denigra, se deja pisotear y lentamente pierde su autoestima.

No importa que te digan que te aman, sino que te lo demuestren. Pesan más los hechos que los argumentos, bien dicen: hay gente que tiene miel en la boca, pero maldad en el corazón.

Cuando ya no nos aman, normalmente nos autoengañamos, cuando las señales son más que evidentes. Siempre hay personas que viven esperando un milagro, como que el otro cambie, pero, por favor, nadie cambia, podemos mejorar por iniciativa personal, nunca porque el otro nos lo pida.

Entonces, sabiendo que la gente no cambia, también es bueno saber que empeoran. A muchas personas el amor los ciega, pero poco apoco y en el fondo, uno sabe que no le conviene alguien que lo daña, incluso llega a tener señales que omite, por justificar a la pareja.

Cuando alguien te ama se nota, cuando no, se nota más. No pierdas tu tiempo persiguiendo ese amor acabado, puede que encuentres a otra persona que te valore por lo que eres y te ame tal cual eres, pero si sigue uno distraído, esa persona pasará y estarás tan aferrado que ni cuenta te darás.

Aprender a soltar es un acto de valentía y amor propio. Con todo el dolor del mundo debes dejar ir a la persona que no se quiere quedar, no insistas, que es justo ahí donde se pierde la dignidad, nadie que te ame en verdad te dejará caer tan bajo por hacerte el gran merecedor de su amor.

No permitas ningún tipo de abuso pensando que con ello te ganarás su corazón, porque hay gente malagradecida, que no le interesa lo que pienses o sientas, sino lo que obtiene de ti.

Sé que cuesta mucho decir adiós al supuesto amor, que solamente tú sentías, pero es el principio y el primer paso para amarte a ti mismo. Quiero dejar claro que nunca escribo ni defiendo a hombres o mujeres, escribo para los dos porque ambos son seres humanos, considero que todos nos podemos equivocar, así que no es nada personal ni en contra de nadie, al contrario, quiero que sepas que si estás en un problema así, ya pasará. Ninguna situación negativa es permanente, sin duda puedes hacerla lo más corta o larga que quieras. Sí, cuando se pierde una relación debemos vivir un duelo, pero no es eterno, ¡tú puedes!

Cuando no te amen más, comienza por darte todo ese amor a ti, te aseguro que poco a poco te convertirás en la mejor versión de ti mismo.

ACLARACIÓN
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *