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Vaya susto el que causó el sismo de 7.5 grados en la escala de Richter con epicentro en la Crucecita, Oaxaca, que sacudió el centro del país, incluido Hidalgo, donde no se reportaron grandes afectaciones, pero sí crisis nerviosas, más cuando esta magnitud fue superior a la registrada durante los temblores de 2017 que afectaron la capital nacional y ocho entidades, entre ellas la nuestra.
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Quien tiene contrariada a la población de Tepeji del Río por su cambio de partido político para poder contender a la presidencia municipal es Reyna Dagda, pues hace cuatro años contendió sin éxito a la alcaldía y ahora busca nuevamente esa postulación pero bajo la bandera guinda de Morena, hecho que de entrada le ha generado ya algunas manifestaciones ciudadanas de animadversión.
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El presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, no deja de sorprender a propios y extraños, como ayer, que mandó cerrar una avenida para encabezar el arranque de la obra denominada “Luminarias (como él) y semáforos para el centro de la ciudad” donde congregó centenares de asistentes y claro, sin guardar sana distancia, sin portar cubrebocas y sin ofrecer gel antibacterial.
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Quien parece olvidar su pasado es la diputada federal, Simey Olvera, que califica ahora a la oposición como bravucona, cuando ella fue destacada alumna del bravucón por excelencia Cipriano Charrez, hoy desaforado y encarcelado, que siempre consiguió recursos estatales y federales a través de amenazas, aunque bueno, a veces la memoria resulta muy corta, en especial para la legisladora.
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La que anda muy apresurada alistando la eventual instalación de Concejos Municipales, por si las votaciones no puedan celebrarse antes de próximo 5 de septiembre, es la diputada local Jazmín Calva López, la que de golpe y porrazo subió como tres niveles en el tabulador salarial, pero que alguien le explique por favor la diferencia entre Consejo, Concejo, consejero y concejal.
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