La Voz del Aire, razón social del periódico El Independiente de Hidalgo, cuyas cuentas fueron bloqueadas por la Unidad de Inteligencia Financiera, está conformada por tres accionistas ligados a la Universidad Autónoma del estado (UAEH).

En un principio, los accionistas eran Pablo García Sainz Lavista, Gonzalo Ismael Villegas de la Concha y Hans Oleg Olvera Trejo, según consta en el acta constitutiva de esta empresa, fechada en noviembre de 2008.

Ismael Villegas de la Concha es coordinador de la División Académica de la UAEH, al 29 de mayo de 2020, y Olvera Trejo es doctor de Investigación Psicológica, quien ha sido ponente en dicha casa de estudios.

En 2009, ya aparece como presidente del consejo de administración de La Voz del Aire, Ismael David Villegas Balmori, director general de agua Govi, sociedad anónima de capital variable.

Villegas Balmori también es accionista de Tihsa Automotive, la cual se dedica a la compra, venta, importación y comercialización de todo tipo de componentes, partes, accesorios, materias primas y refacciones. 

En abril de 2009, Pablo García Sainz Lavista, entonces presidente del consejo de administración de La Voz del Aire, renunció al argumentar que debía atender asuntos personales fuera de la ciudad y puso a disposición las 510 acciones con valor de mil pesos cada una.

Por lo que los accionistas de la sociedad invitan a Villegas Balmori para que adquiera las acciones y sea el nuevo presidente del consejo de administración.

Por tanto, la empresa La Voz del Aire quedó conformada con Ismael David Villegas Balmori (presidente), 510 mil pesos; Gonzalo Ismael Villegas de la Concha (tesorero), 300 mil pesos; y Hans Oleg Olvera Trejo, 190 mil pesos, según consta en el acta de abril de 2009.

Gerardo Sosa, presidente del Patronato Universitario, agota sus cartas, se le acaban las opciones, pero no baja el tono de sus declaraciones.

La visita en Pachuca del presidente Andrés Manuel López Obrador, el próximo jueves, tendrá el ingrediente adicional del bloqueo de las cuentas de la UAEH por supuesto lavado de dinero y la intentona de las autoridades universitarias para dialogar con el mandatario y exponer la necesidad de garantizar el salario de los trabajadores y operatividad de la casa de estudios.

Sin embargo, Gerardo Sosa abrió otro frente al recibir en el edificio de Abasolo al dirigente nacional del Partido del Trabajo (PT), Alberto Anaya Gutiérrez, para negociar que diputados del grupo universidad se sumen a la bancada petista en San Lázaro.

De concretarse ese escenario, la universidad rompería la alianza electoral con Morena y con el actual gobierno federal para entrar a un ambiente de confrontación donde, muy al estilo de Gerardo Sosa, los más afectados serían los alumnos.

ACLARACIÓN                         
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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