El Feminismo Radical Trans Excluyente (TERF por sus siglas en inglés) tiene su origen en los años 70 y se expande tanto en ideas como en integrantes y geografía hasta llegar a nuestros días, en donde las posturas terf, abiertamente transfóbicas, son defendidas por algunas feministas mexicanas.Este feminismo se caracteriza por rechazar a las personas trans y por buscar la exclusión de mujeres trans de espacios feministas.
Comencemos por establecer que las mujeres transgénero son mujeres. Sin embargo, desgraciadamente hay esta línea radicalizada no acepta a las mujeres trans y quienes forman parte de esto, se alternan entre teorías que afirman que todas las mujeres trans son realmente hombres, que son los opresores últimos de la mujer.
Para ser aliados en un movimiento, primero hay que informarnos, analizar y plantear un pensamiento analítico que permita comprender porque esta rama representa una barrera en la que debemos trabajar.. Así que vamos a entender las razones por las que TERF es un término excluyente y erróneo, y por demás discriminatorio hacia las mujeres trans.
J.K. Rowling, se volvió tendencia este sábado debido a una serie de polémicos tuits sobre las personas transexuales que fueron duramente criticados por internautas, quienes acusaron de transfobia a la escritora de la saga Harry Potter.
La también productora de cine y guionista británica fue señalada por los usuarios en Twitter como una persona TERF (Trans-Exclusionary Radical Feminist), es decir, una “feminista radical trans-excluyente”, luego de que la escritora compartiera una noticia con el siguiente comentario:
“‘Personas que menstrúan’. Estoy segura de que solía haber una palabra para esas personas. Alguien ayúdeme. ¿Wumben? ¿Wimpund? ¿Woomud?”, escribió J.K. Rowling aludiendo a la palabra mujer y junto a un artículo de opinión titulado Crear un mundo post-covid-19 más igualitario para las personas que menstrúan.
Básicamente la ideología TERF discrimina a las mujeres transgénero y las deja fuera de la lucha feminista. Es transfobia. Se les niegan derechos fundamentales con el pretexto de proteger a las cisgénero personas que se identifican con el género con el que nacieron, pero en cierta forma también violenta a las cisgénero, pues “están reduciendo a la mujer a un genital, que es exactamente lo que hacen los misóginos, no darle valor a la mujer sino solo a sus genitales”, explica la activista Ophelia Pastrana.
Uno de lo planteamientos, bastante común entre varias feministas, es la afirmación de que las mujeres trans no serían “verdaderas mujeres” porque se les crió y se les socializó como hombres en la infancia, y en muchos casos muchas tuvieron adolescencias e incluso vidas adultas como hombres en donde crecieron con los privilegios socialmente asignados a los hombres.
En este argumento opera un esencialismo genético (de génesis, no de la disciplina biológica) sobre el género ya que para estas feministas toda experiencia como mujer es válida y tomada en cuenta en la medida en que desde pequeña se ha sido socializada como mujer, y por ende se ha sido mujer toda la vida. ¿Pero qué tipo de mujer? Una mujer, dicen ellas, que no ha tenido los privilegios masculinos.
Lo anterior no solamente deja de lado las experiencias de mujeres trans que transitaron desde muy pequeñas y que prácticamente toda la vida han sido socializadas como mujeres, sino que también deja de lado las experiencias de mujeres trans que al haber transitado después de la adolescencia o en edades adultas el mundo las socializa como mujeres y dicha socialización se da sin importar si antes tuvieron privilegios masculinos, ya que todos los privilegios son contextuales y en distintos momentos de la vida podrían ya no estar, como cuando se transita de un género a otro.
En la columna de la siguiente semana seguiré abundando acerca de esta ideología, sus argumentos y contrapesos. Gracias por leer.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
