Hoy, en medio de la polémica y caos generado por el asesinato de George Floyd, un afroamericano que murió bajo custodia policial en Minneapolis luego de ser arrestado por intentar pagar con un billete falso, les contaré cómo surgió la señal protesta de arrodillarse y como fue que la carrera de su creador y mediatizador Colin Kaepernick se terminó por alzar la voz.

Corría la temporada regular de la NFL en 2016, se llevaba a cabo la ceremonia previa al partido entre los 49ers de San Francisco y los Green Bay Packers, cuando, al sonar el himno nacional de los Estados Unidos de América, Kaepernick decidió hincarse en una rodilla.

Dicho gesto representa la forma en que un policía tiene “bajo control” al presunto delincuente durante un arresto; la rodilla del oficial aplasta la cabeza de la víctima impidiendo cualquier tipo de movilidad del arrestado y a la fecha sigue siendo usado para el movimiento #BlackLivesMatter.

 
 
 

 
 
 
 
 

 
 

 
 
 

Do you understand NOW!!??!!?? Or is it still blurred to you?? ýýýýB #StayWokeýý

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En Estados Unidos, la cuarta parte de los homicidios a manos de un policía son de afroamericanos, una clara señal de racismo y odio hacia ellos, un odio que no tiene ni cien años de existir pues la esclavitud de africanos data desde varios siglos atrás.

Kaepernick era todo un atleta integral, condujo a San Francisco al Super Bowl XLVII y sorprendió al mundo. Tenía apenas dos años como profesional y le deparaba un futuro prometedor como mariscal.

Aquel viernes 27 de agosto de 2016 , comenzó la serie de protestas durante el himno nacional. Fueron varios los encuentros donde o se arrodillaba o se quedaba sentado en la banca. Cuando fue entrevistado al respecto, el quarterback declaró:

No voy a levantarme y mostrar orgullo en una bandera, por un país que oprime a la gente negra y personas de color. Para mí, esto es más grande que el football y sería egoísta de mi parte voltear hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente siendo pagada y que se sale con la suya”.

La forma en que Kaepernick se expresaba no le agradó en lo más mínimo Donald Trump quien se encontraba en plena campaña presidencial y ya ha sido acusado y con justas razones de racista. El gesto no tardó en ser replicado por muchos otros jugadores de la NFL y otras ligas deportivas, por ello, Trump pidió a los dueños de la NFL que sancionaran e incluso despidiera a los elementos que “faltaran el respeto a su país”.

Como respuesta, más de un centenar de jugadores desafiaron abiertamente al mandatario al escuchar el himno con una rodilla en tierra, saltándose el protocolo tradicional de los partidos de fútbol americano o con los brazos entrelazados.

El entonces presidente Barack Obama salió a defenderlo diciendo: “Kaepernick está ejerciendo su derecho constitucional para protestar”.

Aquella fue la última temporada de Colin en la NFL, fue acusado de “antipatriota”, de faltar al respeto a la nación y las fuerzas armadas e incluso llegó a recibir amenazas de muerte y fuertes críticas en especial de Trump. Kaepernick había firmado apenas en 2014 una renovación por seis temporadas y 126 millones de dólares. Su contrato fue rescindido y se hizo agente libre para no volver a jugar nunca más.

Su jersey roja con el número 7 pasó a ser de las más vendidas y a partir de ahí, la NFL comenzó a multar a los jugadores que imitaban a Colin y ningún equipo lo volvió a contratar a pesar de una encuesta anónima entre los propios jugadores de la liga en la que el 95 por ciento de ellos opinó que tiene calidad para formar parte del roster de cualquier equipo.

Joe Lockhart, exvicepresidente ejecutivo de la NFL escribió el 30 de mayo pasado un artículo para la CNN en donde explica que la liga nunca vetó a Kaepernick e incluso animó a que los clubes lo ficharan y admitió que “para muchos propietarios siempre volvió a ser lo mismo. Pensaron que firmarle era malo para el negocio. Cada día que él estaba fuera de la NFL se reforzaba como símbolo de la injusticia racial. Podía parecer una buena decisión comercial y, desde luego, no era ilegal, pero estaba mal“, admitió.

Lockhart invitó recientemente a los Minnesota Vikings a fichar a Kaepernick, equipo de la ciudad donde falleció George Floyd: “No resolverá el problema de los negros y de la violencia policial. Pero visualizará el problema que Kaepernick planteó poderosamente, y quizás se demuestre que, con coraje, se puede lograr un progreso real. Espero que lo hagan. Es lo correcto. Y es algo que la ciudad, y toda América, necesita ahora”.

En septiembre de 2018, la firma Nike contrató a Colin para formar parte del destacado grupo de deportistas que protagonizaron su campaña de 30 años “Just Do It”. En ella y dentro de un primer plano del rostro del ex mariscal en blanco y negro se apreciaba la frase “Cree en algo. Incluso aunque eso signifique sacrificarlo todo“.

Fue una campaña muy arriesgada y controvertida, las acciones de la marca de ropa cayeron tres por ciento en la apertura de Wall Street el día de su lanzamiento y precisamente, tras la muerte de Floyd, Nike lanzó un mensaje contra el racismo que dice “Por una vez, no lo hagas. No finjas que no hay un problema en Estados Unidos”.

Esa fue la primera vez en sus tres décadas de existencia en la que Nike cambiaba su slogan publicitario.

Colin Kaepernick es mestizo, hijo de Heidi Ruso que lo tuvo a los 19 años y su padre se esfumó. Su madre lo entregó a una pareja blanca formada por Rick y Teresa Kaepernick. Cuando Colin tenía cuatro años se trasladaron de Wisconsin a Turlock, California.

Pronto comenzó a destacar en el deporte, especialmente en el baseball aunque prefirió practicar el fútbol americano, es un atleta excepcional con un poderoso brazo derecho dotado de gran potencia para el lanzamiento del balón.

Así es mis Astros, esta es la historia de una protesta anunciada por años que apenas recobró fuerza por un hecho indignante que tristemente se replica constantemente, no solo en Estados Unidos, si no en todo el mundo y claro, México no está exento. El racismo no solo existe en los asesinatos.

Las fechas recientes me han hecho recordar una frase que dijo Roger Waters, ex integrante de Pink Floyd durante su concierto en el Zócalo de la CDMX en 2016: “There is no us and them, there is only us” (“No somos nosotros y ellos, solo somos nosotros” si mi inglés no me falla).

#BlackLivesMatter de la misma forma que las vidas de las mujeres, los latinos, asiáticos, europeos y norteamericanos. Todos somos humanos, todos somos iguales, dí adiós al racismo, a la discriminación y la segregación racial. Sé un Astro ejemplar: humanitario y con ganas de evolucionar hacia la igualdad.

Y, como diría Bob Marley& One Love.

ACLARACIÓN                    
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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