El IMSS Hidalgo corre el riesgo de ser recordado en esta emergencia sanitaria del COVID-19 no por la digna y ardua labor del personal de enfermería y médico en la primera línea de batalla contra el coronavirus.
Más bien, aún persiste en la opinión pública el escándalo de una licitación millonaria que su delegada, Claudia Díaz Perez, defendió pero después fue cancelada ante una investigación de la Secretaría de la Función Pública que presumió irregularidades.
Y eso, en un estado donde ayer los servicios de salud confirmaron cada hora tres personas con coronavirus, francamente lo menos que se puede sentir es desconfianza.
Ahora resulta que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) lanzó una licitación para sanitizar seis hospitales en Hidalgo por un monto mínimo de cuatro millones y máximo de nueve millones de pesos.
Fueron incluidos en la licitación los hospitales generales de zona que atienden pacientes COVID-19 en Pachuca, Tulancingo, Tula de Allende, Tepeji, Ciudad Sahagún y Tizayuca.
El calendario de ejecución inicia en mayo para concluir en septiembre; sin embargo, hasta el momento el procedimiento no ha sido adjudicado a alguna empresa ganadora.
Los interesados en participar debieron enviar sus propuestas el pasado 15 de mayo, de acuerdo con el oficio firmado por Salvador Cháidez Hernández, aunque Compranet aún no registra ningún expediente en su sistema.
El servicio será de lunes a domingo y consiste en “la limpieza y desinfección en las instalaciones de salud con la finalidad de romper la cadena epidemiológica de las infecciones”.
Tal proceso contempla la ruta crítica de pacientes COVID-19 en urgencias, consultorio de enfermedades respiratorias, sala de médicos, pasillos, elevador, comedor, así como quirófanos, unidad de cuidados y salas de recuperación.
Anteriormente, el IMSS en Hidalgo declaro desierta una licitacion para comprar diez monitores de signos vitales destinados a pacientes COVID-19, al considerar que la propuesta de la empresa Ayasdi representaba un sobreprecio que, en total, sumaba 4 millones de pesos.
Como parte de la adjudicacion directa, la empresa ofrecio un precio de 435 mil 811 pesos por cada uno de los diez monitores solicitados, lo que da un total de 4 millones 358 mil 100 pesos.
Sin embargo, la dependencia federal califico la propuesta como no aceptable luego de realizar una investigacion de mercado donde encontro que el precio ofertado es superior a otras empresas, de acuerdo con el acta fechada el 30 de abril, disponible en Compranet.
EL EJEMPLO DE TULA
Además, el Hospital General de Tula es el ejemplo de cómo afrontamos la contingencia: dos pacientes COVID-19 que se lanzaron por la ventana del tercer piso del nosocomio en un lapso de tan solo dos semanas y doctores que demandan, con toda razón, seguridad para desempeñar su función.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
