Mensajes que incitan al saqueo de centros comerciales, alertas sobre supuestos brotes de coronavirus o avisos para tramitar hechizos permisos para evadir el Hoy no circula por COVID-19, surgieron durante la emergencia sanitaria a través de las redes sociales y WhatsApp.

A esto se suman los perfiles en Twitter o Facebook usados para posicionar o descalificar determinados personajes políticos, esta o aquella noticia con la finalidad de apuntalar una percepción o idea entre los usuarios de internet.

En tiempos difíciles como los actuales, las redes sociales se convirtieron en un territorio minado donde más vale caminar con cuidado para evitar que difundamos una noticia falsa que después nos estalle en las manos, nos convirtamos en víctimas o propiciemos un linchamiento virtual.

Tal tema cobró relevancia, luego que el gobierno federal pidió a Twitter, Facebook y YouTube den a conocer los contratos para realizar una automatización maliciosa a través de algoritmos, con granjas de bots que generen desinformación y ataques, la llamada infodemia.

En medio de la proliferación de información falsa en redes sociales durante la emergencia sanitaria por COVID-19, el gobierno de Hidalgo lanzó una licitación (EA-913003989-N108-2020) para realizar un diagnóstico en ciberseguridad.

Dicho análisis contempla la búsqueda de venta de información confidencial en mercados negros, seguimiento de grupos hacktivistas (hacker) y de cibercrimen que pueda representar una amenaza cibernética.

A su vez contempla la búsqueda de foros y comunidades tanto de redes abiertas como de la red onion/tor donde se perpetren o difundan campañas de ataques informáticos que pudieran representar un riesgo.

Luego de los saqueos cometidos en establecimientos comerciales del Estado de México, Puebla y la capital del país, además de la proliferación de mensajes en redes sociales que incitan a realizarlos, la Secretaría de Seguridad de Hidalgo advirtió en marzo pasado que las sanciones contra quienes participen en estos ilícitos alcanzan hasta los 20 años de prisión.

Visto así, el tema es en extremo delicado, porque un mensaje de WhatsApp puede causar que cientos de personas se reúnan en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), ubicado en Tlahuelilpan, y desencadene después una explosión con cientos de muertos, como publicaron diarios nacionales sobre ese funesto día de enero de 2019.

El 30 de agosto de 2018, un hombre y una mujer murieron luego que pobladores les prendieron fuego en Santa Ana Ahuehuepan, Tula, acusados de robarniños.

Un día después, Mauricio Delmar Saavedra, secretario de Seguridad Pública, señaló durante entrevista en Radio y Televisión de Hidalgo que detectaron que los mensajes sobre supuestas bandas de robaniños provenían probablemente de Jalisco, y que además usaban fotos de menores de edad de Siria.

Ahora, el confinamiento de la sociedad para evitar contagios de coronavirus y el estancamiento de la actividad económica y sus consecuencias para cientos de hogares, no pueden ser agravadas con informaciones falsas.

Toca a la autoridad detectar estos mensajes falsos, castigar a los responsables, mientras que los medios de comunicación, y por supuesto, los usuarios de redes sociales, deben ser cuidadosos de la veracidad de las informaciones que divulgan, siempre corroborar con una o más fuentes.

ACLARACIÓN               
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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