¿Te has percatado que cultural, social, familiar y hasta institucionalmente nos han transmitido, de generación en generación, la idea de la fragilidad e imperfección del cuerpo?

Al menos a mi, de niño me decían que “no me mojara cuando llovía” o “no caminara descalzo” porque cogería un resfriado. También, me limitaban a jugar en la tierra, pues podría pescar una infección estomacal.

Toda esa inseguridad, era reforzada a través del disfraz de la prevención en las instituciones de salud, quienes me mostraban una fragilidad del cuerpo, el cual, al menor síntoma de malestar, tendrían que ser medicado o vacunado.

Finalmente por la programación, principalmente, de la televisión me bombardearon el subconsciente con comerciales e imágenes de personas enfermas, que terminaron de debilitar mi mente y, en consecuencia, el sistema inmunológico.

Fue de esta forma que integré en mi sistema de creencias el profundo temor a la enfermedad y, la idea de que no tenemos control sobre la vida y el cuerpo, tomó mucha fuerza.

¿CÓMO SUPERÉ EL MIEDO A ENFERMAR POR EL FRÍO?

De pequeño, me educaron el temor al frío. Me decían: “tápate, te vas a enfermar porque está frío”. Por arte de magia me enfermaba, y más en épocas invernales. Hoy sé que esas creencias y temores heredados fueron dichos sin dolo. 

Sin embargo, hoy que tengo un poco de más autoconciencia, decidí un día desafiar esa programación: “Si el frío es algo natural, y lo natural es bueno, ¿entonces por qué enfermaría con el frío?

A raíz de cuestionarme, comencé de forma inconsciente a bañarme con agua fría. Al principio me resultaba temerario y no me gustaba. Fue poco a poco que trascendí ese condicionamiento al grado de que hoy lo hago diario, haga frío o calor, la disfruto tremendamente y, es paradójico, ahora casi no enfermo.

EL CUERPO ESTÁ HECHO PARA MANIFESTAR SALUD

El cuerpo es el “traje de astronauta” del espíritu para estar en esta tercera dimensión. Tiene una estructura maravillosa, sutil, pura y compleja. Su diseño original y matriz cósmica se creó para manifestar perfección y salud a cada momento. 

Lo único que es capaz de transformar esa estructura divina es la combinación del pensamiento, sentimiento y emoción que es, así mismo, poderoso y el pilar responsable de la creación de todo aquello que conocemos como realidad. 

Ahora bien, si somos capaces de crear nuestra realidad, también somos capaces de transformar la estructura de nuestro cuerpo a través de lo que creemos. 

No me creas, pruébalo tú mismo. Tampoco no creas que estoy en contra de los medicamentos, si los necesitas, pues aprovéchalos, pero sobre todo recupera la confianza y capacidad de tu cuerpo.

ACLARACIÓN             
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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