Nuestro mundo hoy una vez más nos demuestra que somos uno solo, que la globalización no solo es un movimiento económico, político, o humano, por lo que los cambios no se limitan a un solo espacio físico, si no a nuestra existencia en el planeta, una de las preguntas más importantes que hoy debemos hacernos es la utilidad de nuestra existencia, esto implica desde cualquier perspectiva la idea de que debemos movernos, cumplir, ser responsables, hacer lo que nos corresponda, cualquiera que esto sea, girar nuestra vida a un bien común, estar preparados para el día en que la humanidad retome sus actividades de manera cotidiana, para los cambios económicos, para el bombardeo mediático del que seremos víctimas.
Y es que lo más fácil será convencernos que todo regresará a la aparente normalidad que era nuestra zona de confort, olvidarnos de lo sucedido, regresar a nuestros hábitos individualistas, ir a un concierto, asistir a un partido, realizar elecciones, retomar clases presenciales, empoderar a unos cuantos, gastar y comprar, todo lo que sea necesario para retomar esa comodidad, porque eso nos hará sentirnos bien.
Claro que queremos sentirnos bien, sentir que tenemos un poco de seguridad, dejar de tronarnos los dedos por aquellas facturas por pagar, poder trabajar, llenar los vacíos emocionales, nos hemos convertido aún más en seres vulnerables, ignorando que es tiempo de transformarnos, fortalecernos, que hoy está en nuestras manos generar un cambio hacia lo que pedimos durante años.
La vida puede transformarse en lo que siempre hemos deseado, podemos ser más productivos, más conscientes, con sentido común, más disciplinados, o mejores personas, pero mi preocupación gira en torno a todos aquellos que de alguna u otra manera no se ponen la camiseta del equipo.
Este equipo llamado humanidad, para aquellos que no se preocupan de sus cohabitantes en el planeta, que prefieren dejar en manos de alguien más su existencia, aquellos que se pusieron muy cómodos y que no se les ve las ganas del menor esfuerzo por ayudar, que se les ha olvidado que esto es una cadena en la que si ganan unos ganan todos, para aquellos que exigen sin aportar, para los que están confiados en que no han perdido nada, que no se han preocupado de prepararse para un futuro, me preocupan más los que ni siquiera se enteran de que es lo que pasa.
El día que todos salgamos de nuevo a las calles con la misma libertad que tuvimos antes, tendremos dos opciones, construir un mundo más igualitario, más justo y mejor o seguir sin una revaloración, sin un propósito, ante el claro declive de la economía, el día que las nuevas generaciones se den cuenta que depende de ellas cambiar el mundo en el que viven y no solo quejarse de la situación que les espera, ese día sabremos si todos tenemos puesta la camiseta para cambiar el partido a nuestro favor, o solo es el principio del nuevo declive.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
