Qué tal mis queridos lectores, en esta ocasión les traigo un tema jugosito jugosito para que se entretengan leyendo estos días de encierro.
En pasados días, como un auténtico balde de agua fría, el presidente ejecutivo de la Liga MX, Enrique Bonilla, dio a conocer de manera oficial la desaparición de la liga Ascenso MX, algo que el periodista Héctor Huerta calificó como una “muerte natural”.
Tras darse la noticia el mundo deportivo inmediatamente se polarizó entre los románticos del deporte y los que ven al futbol como un negocio. Dentro de esta decisión existen muchísimas aristas que deben tomarse en cuenta, que no todo es bueno o malo y en esta columna trataremos de abordar algunas de las condiciones que su servidor consideró más relevantes.
El ascenso ya estaba muerto, nomás no le habían avisado
Primero que nada, hay que dejar algo claro; la segunda división no le daba NADA al futbol mexicano, ni espectáculo, ni futbolistas para primera, ni ganancias. Era tierra estéril, el cadáver podrido que se apestaba en el clóset de la federación, uno que por fin decidieron sacar de la casa.
Recientemente Jesús Martínez, presidente de Grupo Pachuca, declaraba que Mineros de Zacatecas (equipo que le pertenece y es de la división de ascenso) le ha dejado pérdidas de 300 millones de pesos desde que adquirió los derechos hace algunos años y completaba que, así como él, para todos los dueños de la categoría de plata el futbol no les ofrece ganancia alguna. Los equipos no tienen liquides porque no existen patrocinadores suficientes ni espectáculo convincente que los haga rentables.
Hasta hace poco el Ascenso MX constaba de 18 equipos, donde la mayoría tenía problemas para solventar sus gastos operativos, por lo que, tras una serie requerimientos, la Federación Mexicana de Futbol decidió reducir el número a 12, con la finalidad de contar con proyectos que aseguraran solidez en caso de subir a la Liga MX.
Es conocido el papel que muchos gobiernos estatales juegan dentro de la industria del balompié al financiar a los equipos con tal de tener una plaza futbolística en su entidad, siendo uno de los casos más sonados el de cierto gobierno del norte, en donde según Héctor Huerta (periodista de ESPN), se le da al equipo un presupuesto anual de 180 millones de pesos, todo, claro está, con cargo al erario público.
El dinero corrupto, los agentes de futbolistas que ocupaban el circuito de plata para mover a sus apoderados de un club a otro para llevarse su comisión y la interminable lista de jugadores que no cobraran por meses eran otros males que se tenían.
La liga de desarrollo
Dentro de la videoconferencia que dio el presidente de la Liga MX, también dijo que el lugar que ahora ocupa la división de plata sería tomado por la llamada “Liga de desarrollo”, la cual constaría de 30 equipos integrados por los clubes del Ascenso MX y filiales de los equipos de primera, aunque contando con ciertas restricciones. Por ejemplo, los futbolistas que integren la plantilla tendrán que ser menores de 23 años y únicamente habrá cabida para 5 refuerzos que rebasen esta edad, algo que francamente no parece algo malo.
¿Cuál es el problema entonces? Muchos dirán que es una cosa de nada, pero lo cierto es que el 70% de los jugadores registrados en el ascenso excede los 23 años. Por poner un ejemplo, la plantilla de Mineros de Zacatecas cuenta con 25 futbolistas donde 16 son mayores de la edad permitida.
Ante esto, la Asociación de Futbolistas Profesionales ha anunciado que se entablarán mesas de trabajo con la federación para solucionar la situación laboral que vivirán decenas de sus agremiados.
La realidad es una mis queridos lectores. Así funciona este mundo capitalista, no hay espacio para ti si no eres útil, y como en su día estos futbolistas tuvieron que migrar de la primera división o de las fuerzas básicas a segunda, ahora tendrán que buscar otra liga donde sus servicios puedan ser requeridos.
El nuevo modelo de negocios
Para nadie es noticia que de un tiempo a la fecha (como la canción de Joan Sebastian) los dueños de equipos pertenecientes a la primera división le han puesto el ojo a la manera en que la MLS (la liga de Estados Unidos) funciona, y ahí les va otra, según el periodista Jhon Sutcliffe, existen esfuerzos para que la MLS y la Liga MX se terminen fusionando y crear una gran liga norteamericana.
Ustedes dirán ¿a poco sí está muy buena la MLS como para copiarles? La verdad yo pienso que no, que acá se juega un mejor futbol, pero eso a los dueños les importa un pepino, lo atractivo de esta liga es su modelo de negocios, uno muy similar al que maneja la NFL.
Para no alargarme se los resumo, la cosa va en que allá no existe ni ascenso ni descenso, por lo que si quieres entrarle al business tienes que caerte con una lana para que dejen entrar a tu equipo a la liga, o como les llaman ellos, “hacerte de una franquicia”. Las franquicias se reparten el dinero de las diferentes entradas de manera más o menos equitativa y no existe una segunda división, sino que hacen uso de las universidades para obtener la mayoría del talento nacional. Si quieres saber un poco más sobre cómo manejan gigantes como la NFL su negocio te invito a que leas la columna Astros, donde se aborda de una manera más clara.
Lo que se pierde
Al tomar esta decisión, muchas cosas cambiarán en nuestro futbol, una de las principales será la desaparición de la lucha por dos frentes, ya saben, unos tienen ven el torneo desde arriba (quién gana el título) y otro desde abajo (la lucha por no descender), algo que ciertamente voy a extrañar.
También nos perderemos de los equipos con carisma que llegan a rejuvenecer la liga, como lo fue en su momento el Puebla del Chelis o el Lobos BUAP de Rafa Puente Jr., y bajo ese tenor, muchos directores técnicos se perderán la oportunidad de dirigir en la primera división, pues recordemos que éstos dos últimos difícilmente hubieran tenido oportunidad frente a un equipo de no ser por el mérito deportivo que significó su ascenso.
Por último y lo más importante, miles de personas que dependían indirectamente de los equipos (comerciantes, principalmente) tendrán que cambiar su forma de vida y encontrar otra manera de ganarse el pan. Pero ya saben, “negocios son negocios”.
Hasta aquí mi reporte, querido lectores.
Y recuerden que todos hemos sido la segunda división de alguien ¡Hasta la próxima!
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
