Que bueno. Fue lo que respondí hace unos días a un amigo que compartió una noticia en la que se anunciaba un escenario apocalíptico por la caída del precio del petróleo en el mundo.
Es un hecho que vivimos en un sistema energético que ha sometido a la humanidad a una dinámica monopólica, esclavizante y dañina para todo ser vivo y ecosistema de este planeta; sin embargo, está por llegar a su fin y eso es muy bueno.
Disciernelo tu mismo: cuando se te acaba la gasolina de tu automóvil, tienes que regresar a la estación para cargar el tanque y así dar tu dinero; al menos aquí en México, el litro de gasolina superó el dólar, hoy va a la baja.
El motivo del por qué nos esclavizan con el petróleo, es porque es una energía insustentable. Además, si este recurso fósil y sus derivados son altamente perjudiciales para la vida y ecosistemas del planeta, ¿por qué lo seguimos utilizando?; ¿qué o quiénes están detrás de esto?, ¿solo es el interés energético y económico de los gobiernos o hay algo más detrás?
No se necesita crear una nueva forma de energía, ya las hay y son totalmente limpias y renovables; incluso su tecnología fue diseñada hace décadas, solo falta que las liberen en su totalidad… por eso digo que es bueno que se caiga el sistema petrolero.
EL PETRÓLEO NO ES UN RECURSO NATURAL
Antes de avanzar, quiero resaltar la cualidad que tiene el planeta en el que vivimos: la transmutación. Es la alquimia que recicla los desechos que se generan material y energéticamente.
El petróleo no es un recurso natural del planeta. Es un residual material-energético en proceso de transmutación, producido en varias épocas donde se violentó al planeta y los seres que lo cohabitan.
Esa energía fue generada por entidades extraterrestres, durante millones de años, para que pudieran manifestarse fácilmente en la tierra. La energía vibracional del planeta es alta, por ello, necesitan afectar los ambientes, hacerlos hostiles y densos.
Ese crudo se generó a través de guerras plasmáticas, protagonizadas entre entidades antagónicas como Anunnakis, Arios, Chitauris, Grises y Cthulhus que buscan el dominio de los planetas y la explotación energética de los seres que los cohabitan.
En la actualidad siguen enfrentándose entre ellos. Son los artífices de la destrucción de varios ecosistemas, derramamiento de sangre, envenenamiento de la población y creadores de pandemias y sistemas contaminantes como el 5G.
Un ejemplo de las cicatrices planetarias que han dejado estas guerras son los desiertos. Sin embargo, toda esa energía destructiva es absorbida por el planeta y transmutada en su interior, ahí donde hay un Sol, en un proceso de rehabilitación de limpieza.
Ellos no se pueden manifestar en un bosque lleno de vida, de agua limpia, pues no tienen la capacidad energética para soportar tal nivel de amor, por eso siempre han tratado de bajar la energía en las diversas épocas”.
ESTAN HACIENDO “HASTA LO IMPOSIBLE” POR BAJAR EL NIVEL ATMOSFERICO DEL PLANETA
El uso del petróleo y sus derivados en la actualidad va más allá del simple hecho de generar energía. Estas entidades siguen aquí gracias a que se continúa esparciendo el ORO NEGRO por todo el planeta.
Como creadores intelectuales de sistemas y tecnologías de combustión, que resulta ALTAMENTE NOCIVO PARA LOS SERES VIVOS Y LOS ECOSISTEMAS, continúa los procesos de perforación, extracción y refinación de combustibles utilizada, principalmente, para la industria. Así de sencillo, esa energía SE ENCAPSULÓ por algo.
Simplemente, veamos lo que sucede cuando hay un derrame de petróleo en el mar o un derrame de gasolina en un campo de cultivo& mata todo, pues, es energía muy densa. En las ciudades, donde hay más contaminación, la gente vive estresada y desconectada, incluso, agresiva, fuera de sí, porque esa energía se enquista.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.