“El mundo ha cambiado radicalmente en los tres meses transcurridos desde la publicación de nuestra última actualización de Perspectivas de la economía mundial en enero. Un desastre insólito, una pandemia de coronavirus, ha provocado la pérdida de una cantidad trágicamente elevada de vidas humanas. A medida que los países han ido implantando las necesarias cuarentenas y prácticas de distanciamiento social para contener la pandemia, el mundo ha entrado en un Gran Confinamiento. La magnitud y la rapidez de la paralización de la actividad ha sido algo que nunca hemos experimentado en nuestras vidas.”
Éste es un párrafo extraído del artículo “El Gran Confinamiento: la peor desaceleración económica desde la Gran Depresión”, autoría de Gita Gopinath, directora del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI). La funcionaria del FMI afirma: “Por primera vez desde la Gran Depresión, tanto las economías avanzadas como las de mercados emergentes y en desarrollo están en recesión”. Esto quiere decir que las actividades comerciales e industriales disminuyen, y también que escasean los empleos y bajan los sueldos.
El Gran Confinamiento o The Great Lockdown, en inglés, me trae a la mente imágenes de dos estupendas películas que abordaron el tema de La Gran Depresión. Una crisis financiera de orden global, que inició en 1929 y se prolongó por más de diez años. Originada en EEUU con la quiebra de la Bolsa de Nueva York, esta crisis se propagó por todo el orbe, acarreando graves consecuencias sociales y humanitarias.
Las uvas de la ira (The Grapes of Wrath), filme del año 1940, dirigido por John Ford, es quizá el relato cinematográfico más exacto de lo que fue la Gran Depresión para el pueblo estadounidense. Basada en la novela homónima de John Steinbeck, publicada en 1939. Narra las vicisitudes de una familia que viaja hacia California en busca de mejores condiciones de vida. Es una historia sórdida, cruel y muy lejana a los parámetros del Hollywood de aquel entonces.
Tiempos Modernos (Modern Times), es una película escrita y dirigida por Charles Chaplin, estrenada en 1936. Se trata de una gran obra cinematográfica, que combina la comedia con la crítica social. Solo alguien como Chaplin pudo haber hecho algo así, manifestar de forma tan extraordinaria un reclamo al sistema que dejaba en la opresión a la clase obrera, a la clase trabajadora.
Estamos viviendo el inicio de otra gran crisis económica, nadie sabe cuánto durará, tampoco sabemos cómo repercutirá en lo social. Primero debemos superar el reto sanitario que nos ha planteado a los ciudadanos de todo el mundo la pandemia del COVID-19. El Gran Confinamiento, parece un título de película trágica, espero que no lo sea.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
