El 9 de marzo, se estima que pararon labores alrededor de 22 millones de mujeres en México, como protesta ante la violencia y desigualdades que enfrentan a diario. Pese a los comentarios de distintos flancos, el día sin mujeres fue una realidad que cumplió con su objetivo, pues la presencia de las mujeres no pasó desapercibida y fue demasiado notoria en todos los ámbitos de la sociedad, principalmente el económico con 37 millones de pesos que no fueron generados a partir de la ausencia de las féminas en sus labores diarias.

En redes sociales no dejaron de circular publicaciones a favor y en contra de la actividad, pero hubo algunas que en especial llamaron la atención. Varios hombres homosexuales publicaban que esperaban que el día sin mujeres terminara rápido pues era como volver a estar rodeados sólo de hombres heterosexuales que no los entienden y los violentan (como a las mujeres). Este sentimiento se entiende, considerando que las mujeres fueron sus primeras aliadas cuando estaban en el closet o cuando simplemente no entendían lo que pasaba con su orientación sexual.

Y es verdad, en la infancia y/o adolescencia, las mujeres tienen un papel importante en la vida de la mayoría de hombres homosexuales, pues las amigas de esas etapas de la vida son las que cobijan y ayudan a tener seguridad y se convierten en un círculo de aceptación en medio de un mundo intolerante y homófobo. Por ello, las grandes cantantes pop tienen una relación estrecha con la comunidad LGBT+, pues en sus canciones, coreografías y mensajes de apoyo, sus fans encuentran un refugio.

Sin embargo, no por que un hombre sea homosexual, significa que este no pueda ser misógino o machista. Desafortunadamente el machismo está tan normalizado e interiorizado que, a pesar de ser víctima de esas ideas, un homosexual puede seguir teniendo conductas que demeriten a las mujeres, así como lo hacen algunos hombres heterosexuales. Hay quienes siendo gay, discriminan a los gays que son afeminados, considerándolos inferiores o un motivo de burla. Pues ello, representa un repele a lo femenino, volviendo a significar las actitudes vistas en la mayoría de las mujeres, como sinónimo de inferioridad, cuando eso no debe ser así.

Hubo incluso quienes reclamaban el vandalismo y el paro de actividades que realizaron algunas mujeres durante los días 8 y 9 de marzo, sin recordar que los primeros contingentes que marcharon exigiendo el respeto a la liberta de expresión y a la diversidad sexual, fueron encabezadas por mujeres transexuales y que en algún momento también recurrieron a pintas para llamar la atención de la sociedad que reprimía a quienes eran distintos. La comunidad de la diversidad sexual, ha ganado sus derechos a partir de expresiones públicas como las marchas, por lo que es ilógico que algunos homosexuales critiquen y pretendan corregir a las miles de mujeres que exigen seguridad y respeto a sus vidas.

Las mujeres demostraron la gran influencia que tienen en el desarrollo de la sociedad, pero además hicieron recordar el papel que juegan como aliados la comunidad LGBT+ y las mujeres contra el machismo.

ACLARACIÓN
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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