Tal vez en la vida solo haga falta fe y persistencia, entender que nuestros tiempos no son los mismos que tiene el universo, que las cosas llegan cuando tienen que llegar, tal vez lo único que nos detiene entre ser quienes somos y quienes queremos ser es el miedo.

Hace unos días escuche a una mujer decirle a sus amigas que no permitiría que se convirtieran en ese tipo de personas, las que mueren y siguen respirando, y es que estamos rodeados de muertos en vida, de personas que se rindieron, de personas que viven sin pasión, aquellas que por la edad, por el trabajo, por la familia, por el pánico prefieren renunciar a la felicidad y cambiarla por una simple espera, la espera de que con suerte pase rápido la vida, de que llegue la muerte, la espera del perdón ese que nunca llega, el  perdón de haber  desaprovechado el valioso regalo de la vida, el perdón de haber aceptado algo que no deseaban y dejar que el tiempo pasará tanto que ya no tuvieran la energía suficiente para poderse mover, para volar.

Ni que decir de ese tipo de personas, aquellas que no se atreven a ver una película, leer un libro, viajar, cantar, bailar, aquellas que piensan que son viejas o jóvenes, que esperan el momento perfecto o piensan que ya  pasó,  aquellas cuya imaginación les advierte de manera negativa todos los posibles finales a algo que aún no sucede, aquellas que se llenan de dudas, de miedos, ¿si me engaña, me lastima, si me cambia por alguien más, si me abandona,? Aquellas que no se permiten explorar el amor, la sexualidad, que no tienen la motivación para arriesgarse, a veces todo lo que necesitamos es valor y confianza, y con suerte el anochecer no nos llevará tan fácilmente, pongamos resistencia a la cotidianidad, demos la oportunidad de disfrutar cada etapa, cada década, cada pro y cada contra, vale la pena disfrutar mientras podemos.

No te permitas ser de ese tipo de personas, y no permitas a tus seres queridos caer, este es un mundo apocalíptico lleno de zombis, y como cualquier mundo así esto es contagioso, los zombis te contaminan tu cerebro con ideas derrotistas, con sus propias limitaciones, los zombis invaden como plaga y  persiguen la luz, no dejes de brillar, por eso cuestiónate todo y cada uno de los conceptos aprendidos, no te permitas dejar de probar, lo peor que puede suceder es que no te guste y ya, y en el mejor de los casos que al final del día cuando tengas que rendir cuentas a ti mismo de tus actos estés contento y satisfecho de tu vida. 

Pero hagas lo que hagas no seas ese tipo de persona.

 

ACLARACIÓN 
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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