No recuerdo cuantas veces la música ha sido mi mayor terapia, he visto llorar a amigos solo por escuchar una canción, en bares y fiestas es inevitable escuchar tal o cual melodía como deshago de las emociones de los asistentes, cuantos de nosotros hemos cantado en el coche o la bañera sintiéndonos libres, rebeldes, alegres, o incluso tristes, el sonido y la música siempre han estado ligados a las emociones del ser humano, si nos ponemos a pensar en como se crearon los primeros instrumentos, imitando sonidos naturales, en búsqueda de un lenguaje de emociones, creando asociaciones ligadas a los instintos, hasta el día de hoy que hemos logrado la capacidad de alterar nuestro estado anímico, entonces podremos entender la importancia de la música.
Actualmente somos capaces de encontrar asociaciones de una canción con una persona, de viajar al pasado con los acordes de una melodía, y por supuesto en algunos casos incluso manipulamos nuestras emociones llevándolas al extremo como cuando estamos tristes y buscamos canciones que nos hagan sentir más profundamente el dolor, mi maestro de música decía que la música se siente con diferentes partes del cuerpo, hablaba que había canciones que se sentían con los píes y que nos invitaban a bailar, otras con las caderas, el estómago, el pecho y la cabeza entre otras partes, cada una ligada al sentimiento que nos provocaba, las más complejas sin lugar a duda iban al cerebro y exigían un mayor trabajo de reconocimiento de ahí el porque canciones complejas nos generaba un poco de sueño, si de géneros hablamos tengo que mencionar la tendencia que tenemos a criticar aquella música que no nos gusta, pero que adquiere valor al momento de generarnos una emoción, sin duda alguna este es un tema que ha causado muchas horas de plática entre mis seres queridos y amigos, donde cabe hacer mención que cada uno tiene un gusto musical diferente, desde rock, pop, salsa, banda, ranchera, trova, jazz, etcétera, también es importante mencionar que es frecuente que la música que nos gusta este asociada a un momento de nuestras vidas, lo cual nos permite revivir ese instante, de repente es un poco caótico darse cuenta que aquella canción que nos hacía sentir modernos y poderosos ha pasado a ser un clásico con poco más de veinte años de creación, alguien me platicaba hace unos meses que un cantante se quejaba abruptamente de los géneros modernos calificándolos con cero valor artístico, pero me ponía en la mesa la discusión de que ese artista no vende como el reggaetón, derivado de esta plática considero es importante que todos nos demos la oportunidad de conocer los diferentes géneros musicales que existen, previo a decidir cual es nuestro favorito, debemos entender que muchas personas solo tienen acceso a la música que suena en el entorno en el que se desarrollan, pero que no se permiten conocer otros, para mí ha sido una sorpresa experimentar con mis alumnos los diversos géneros y lograr que al menos más de la mitad de ellos ya les guste más de un género, que a partir de escuchar otras canciones se permitan encontrar otra tipo de música.
Cuando era niña conocí el genero que me gusto y que aún hoy en día es mi favorito, y que como a muchos dejo marcada mi existencia, me ayudo a entender el mundo a través de sus letras, me enseño más allá de mi contexto, siempreencontraremos una canción o muchas que expresen nuestras emociones y estados de ánimo, pero hoy pongo otro tema a discusión, la responsabilidad de la música que escuchamos, si estamos pasando por un momento no tan feliz, podemos auto terapiarnos con canciones que mejoren nuestro instante, identifiquemos aquella música y lo que provoca en nosotros, cual nos pone triste, cual alegre, cual nos da poder, cual nos hace sentir en libertad, identifiquemos nuestro estado de ánimo, y el porque deseamos escuchar tal o cual melodía una y otra vez, pero también responsabilicémonos de la música que se pone de moda, con que canciones están creciendo los niños y adolescentes actuales, cuál será su parámetro musical, y por último compartamos música, vivamos entre música, demos a los demás la oportunidad de conocer algo que tal vez no se imaginan que exista.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
