Desde hace casi 14 meses, distintos medios de comunicación, abordaron diversos temas, e inclusive realizaron análisis a través de sus respectivos especialistas.
En muchos de los casos, llegaron con duras críticas hacia la toma de decisiones del gobierno federal, en muy diversas materias; la respuesta fue contundente y se podría decir inclusive, atinada por parte del Presidente Andrés Manuel, pues ni siquiera había coincidencia entre los diversos medios; así se hizo famosa la frase “Yo tengo otros datos”.
Apenas el día miércoles, a través de medios electrónicos y al día siguiente, es decir el jueves, distintos medios impresos y televisivos, dentro de los que destacan El Universal, Revista Proceso, Milenio, Forbes y El Financiero, cuidando las fuentes, todos coincidieron en citar datos alarmantes (para quien no ha dado seguimiento a la economía nacional durante todo 2019), en el sentido de la recesión real que sufre el país.
Para evitar el juego de datos, en citar al INEGI, instancia oficial, que reveló cifras, que para algunos críticos, están “maquillados”, por que las empresas y los diversos sectores productivos han tenido una mayor caída y esto ha impactado en el decrecimiento del Producto Interno Bruto.
La Revista Proceso, fue más allá, citando inclusive, las actas que se levantan cada reunión de los Consejeros del Banco de México (Banxico), discutiendo acerca de una fallida estrategia recaudatoria de la Secretaría de Hacienda, cuando a finales de año, esta instancia nos manejó que había “superado sus metas en ingresos por contribuciones”.
Con cifras verdaderamente preocupantes, por gastarnos dinero de fondos especiales para contingencias económicas, en lugar de obligar a que todos paguemos nuestros impuestos, modificando la forma de pago y el tipo de impuestos, para que la base tributaria (ciudadanos que deben pagar), sea mayor y evitemos que el comercio informal evada sus pagos.
Todos los medios y los analistas que citaron, coincidieron que lejos del 4% que prometió el Presidente, como crecimiento económico del país, tuvo una pérdida (con base a cifras oficiales) del menos .1%, es decir no solo no crecimos, sino que perdimos productividad y en consecuencia competitividad.
Un servidor, desde el mes de octubre, en esta columna “El Derecho de Gil Borja”, comenté que los efectos de una mala toma de decisiones macro económicas, por parte del gobierno federal, se resentiría a finales del mes de marzo del 2020.
Ante tal declaración, no hubo quien cuestionó las fuentes, los datos o los criterios manifestados; hoy los medios con mayor seriedad reconocida públicamente y los especialistas citados por ellos, coinciden en que el primer semestre de éste año, será amargo, pues los sectores productivos resentirán la mayor crisis económica en los últimos 10 años.
El crecimiento para el 2020, según los más optimistas, podría ser del 1.1% anual, lejos del 4% prometido y que gradualmente iría creciendo 2 puntos porcentuales de manera anual, por lo que, para este año, debería ser del 6%, lo que se vislumbra imposible de lograr.
El Presidente ha salido a manifestar que él tiene otros datos, en esta ocasión, esperemos nos comparta sus fuentes, pues el INEGI, Hacienda y Banxico, así como los medios de comunicación especializados y sus respectivos expertos, coinciden en contradecirle.
Por otra parte, (el Presidente) ha comentado que la crisis no la siente la gente porque su poder adquisitivo ha aumentado y por tanto la sensación es de estabilidad, y que los medios para medir el crecimiento económico, se hicieron durante el neoliberalismo, por lo cual, seguramente están errados.
No falta mucho, quizá 3 a 4 meses, para que los ciudadanos, logremos saber quien tuvo la razón, mientras tanto, ahorra y toma previsiones, para que, en caso de que los analistas e instituciones tengan la razón, afrontes, junto con tu familia, los malos tiempos por venir, y si todos están mal y los datos que tiene el Presidente, son los correctos, disfrutes en familia, los frutos de tu ahorro.
Por hoy me despido, esperando tus comentarios.
Hasta la próxima.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
