De repente por diversas circunstancias de la vida, tenemos que pasar por momentos de soledad impuestos, esos que, si calan al alma, porque no has aprendido a gozarlos porque no los pediste y te llevan a los pensamientos obstinados a cerca de todas tus vivencias, tanto buenas como malas, pero sin duda te quedas pensando más en los negativos.
Cuando tú no buscas estar solo, no sabes diferenciar entre poder conocerte a ti y a tú entorno, es como si te cayeras mal y no te gustará la persona que eres.
Todos los momentos en la vida, debemos experimentarlos, ¿cómo saber si hay luz sino hemos estado en la obscuridad?, supongo que tiene que ver con la madurez personal, con el crecimiento que, aunque a veces prolongamos por miedo, miedo a hacernos cargo de nosotros mismos, así qué de repente llega la soledad, se queda contigo y sin pensarlo tanto, tu actitud ante estos episodios de soledad, son negativos, pero a todo nos acostumbramos, por la buena o mala.
Con el tiempo ya acostumbrados, sino nos resistimos tanto a ellos, terminan por verse diferente, cambia la perspectiva y comienzas a ver que no están nada mal, que ya no te producen tristeza o ansiedad, ni hacen que estés buscando con qué o con quien llenar esos vacíos comienzas buscando a personas mas afines a ti o a momentos de calidad y no de cantidad.
Es maravilloso ver como se transforma tu ser, a través de qué tu actitud se hace más flexible, cuando aceptas, todo, absolutamente todo, todo lo que te perturba cambia y sabes que no dependes de las personas o de las cosas para ser feliz, que, si puedes estar bien contigo mismo sin que eso te lleve a ser una persona aislada, los extremos son malos.
El lado bueno de la soledad es que te permite consentirte, ir poco a poco, a tu ritmo, elegir que quieres para ti, es un momento de reflexión, donde se detiene el tiempo, estas en tú espacio y vives sin prisa, solo vas fluyendo, aceptando que te sientes en paz, desaparecen los nervios de pensar en el futuro que todavía no esta ocurriendo, estas aquí y ahora descubriendo el para que, se vuelve toda una introspección y cada vez te gusta más, porque te orienta o te redirecciona al propósito de tu vida.
En un universo paralelo mientras tú huyes de la soledad, muchos la piden a gritos así que aprende de todo, para que ese todo no se haga grande ni pequeño ante tus ojos, sino que siempre logres ver algo que aprender y ser la mejor versión de ti mismo.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
