A finales del año pasado el mundo se enteraba de la existencia de un nuevo virus mortal, esto sucede en China, en Wuhan, ciudad con más de 11 millones de habitantes. Este brote epidémico, conocido como coronavirus, ha sido la sensación de medios de comunicación tradicionales y alternativos en todo el orbe.
Comentaristas, analistas y un gran sector de la prensa, han señalado las posibilidades de que esta epidemia que se vive en China, se convierta en una pandemia. Es decir, el coronavirus después de propagarse en su país de origen, se dispersaría por el resto del mundo.
El cine ha abordado temas como el que ahora acontece en el país asiático, siempre de una forma fatalista. Hemos visto historias en la pantalla sobre epidemias y pandemias, narradas con un amplio ánimo catastrófico. Incluso algunas de las películas sobre epidemias y pandemias, resultan burdas e incoherentes.
La humanidad no se extingue con un virus propagado de forma global. La visión apocalíptica del fin del mundo causado por un virus se limita a la ficción. Tal es el caso de la película Contagio (Contagion), estrenada en el 2011; dirigida por el estupendo Steven Soderberg y con un elenco encabezado por Kate Winslet, Matt Damon y Jude Law, además de otras estrellas. Curiosamente el virus del que hablan en esta cinta, aparece en Asia, en este caso en Hong Kong.
Seúl, es otra ciudad asiática que ha sido el epicentro de una pandemia, esto en la ficción Virus (The Flu); producción surcoreana del 2013, que aborda la rápida propagación de un mortal virus. Así que cuando se habla de una rara enfermedad que se contagia fácilmente, surgida en Oriente, pienso en la fatalidad de esta historia.
Otra película que aborda el tema del colapso humano a través de alguna enfermedad de contagio es Ceguera (Blindness). Esta obra es una adaptación de la novela Ensayo sobre la ceguera, autoría del Premio Nobel portugués José Saramago. Dirigida por el brasileño Fernando Meirelles, quien trató de ilustrar la metáfora del gran Saramago, en su relato sobre una epidemia de ceguera que causa destrucción y caos.
En los años noventa se desató un gran brote de ébola, esto en Gabón y Zaire. El filme Epidemia (Outbreak), protagonizado por Dustin Hoffman, la inolvidable René Russo y Morgan Freeman, abordó el tema. No tan catastrófico como otras películas, pero sí con el toque de acción y suspenso digno de una película de Hollywood.
Títulos como Guerra mundial Z, Tren a Busan o Bird Box, entre muchos otros, plantean las posibilidades de que la humanidad sucumba ante contagios masivos. Afortunadamente, en la vida real esto no pasará, por lo menos no como se ha planteado en el fantástico mundo cinematográfico.
