Hace ya unos años este trastorno se volvió muy mencionado y logramos identificar que no solo se trataba de niños “latosos” o “inquietos”, aun así se requiere de la intervención de un equipo de profesionales de la salud para realizar el diagnóstico.

Existen diversos síntomas o características que nos pueden ayudar a identificar si nuestro hijo lo padece, conozcámoslos: 

  • Se distraen y por lo tanto pierden la concentración de lo que están realizando, con mucha facilidad.
  • Realizan diferentes actividades en lapsos cortos de tiempo pero sin concluir ninguna.
  • Se les dificulta el seguimientos de instrucciones.
  • Pierden con facilidad y con frecuencia objetos escolares o personales.
  • Por lo general se mueven mucho (brincan, corren y van de un lado a otro) y se les dificulta quedarse tranquilos en una misma posición por varios minutos.
  • Suelen parecer imprudentes, ya que cuando buscan expresar algo lo hacen en el momento sin verificar el entorno.
  • Les cuesta mucho trabajo controlar su emociones.
  • Tienen la necesidad de tocar y jugar con todo lo que está a su alrededor.
  • Hablan mucho e interrumpen constantemente.
  • Son impacientes.

Cuando un niño padece de TDAH ve afectadas ciertas habilidades, de ahí la importancia de su diagnóstico y tratamiento:

  1. Las habilidades sociales: es muy difícil para ellos hacer, cuidar y mantener amistades, ya que el mundo social (desde pequeños) funciona con reglas, normas, acuerdos, solidaridad, cooperación, pero todas las anteriores son difíciles de llevar acabo cuando la hiperactividad y la impulsividad predominan en nuestra personalidad. Los niños con TDAH tienden a alejar a sus compañeros.
  2. Habilidades de aprendizaje y organización: estas habilidades se ven afectadas ya que es muy complicado el prestar atención a información nueva, el permanecer concentrado, el seguimiento de reglas, el planear y el generar hábitos.  Es difícil para ellos aprender a escribir, a tocar algún instrumento o cualquier actividad que lleve tiempo, disciplina y constancia.

Es importante tomar acción lo más pronto posible en caso de que detectemos que nuestros hijos puedan padecerlo, ya que el tratamiento temprano puede mejorar significativamente los signos del TDAH, permitiendo una mejor asimilación en su entorno familiar,  social, así como también un mejor desempeño escolar y profesional.

El tratamiento del TDAH debe ser un tratamiento integral entre médico (neurólogo, psiquiatra), Psicólogo y Pedagogo.

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