Nacido en Buenos Aires, Argentina el 24 de diciembre de 1937, fue de formación Arquitecto y artista por convicción. Falleció el 19 de junio de 2016, no sin antes quedar inmortalizado y con un espacio dentro de la historia del arte por teñir de verde los canales de Venecia en el año de 1968, proeza que lo llevaría a ser considerado uno de los precursores del Land Art.

Pero antes de hablar de lleno acerca de su obra en Venecia, definamos qué es el Land Art.

Este movimiento tuvo su origen en los años 60´s y 70´s en Estados Unidos. Surgió en respuesta de la comercialización del arte y la fascinación por lo artificial, muy popular en esa época.

Como su nombre lo dice, es un arte que se basa en la tierra, que ocurre en un espacio específico y su sentido está relacionado con el lugar mismo. En ocasiones, es elaborado con los materiales del sitio, tales como piedras, ramas, hielo o elementos naturales, manipulándolos para formar composiciones o haciendo intervenciones en el paisaje. Lo interesante de esta corriente del arte es que las obras elaboradas por el artista se dejan a merced de la acción de la naturaleza e indudablemente se desintegran y vuelven a formar parte de ella, por lo que sólo tenemos fotografías y grabaciones a modo de documento.

Robert Smithson
Espiral Jetty
Gran lago salado, Utah, E.U.
1970

 

Me gusta pensar que el Land Art es una acción del hombre guiada y completada por la naturaleza.

Ahora bien, continuemos con la obra que trataremos hoy.

El 19 de junio de 1968, mientras transcurría la Bienal de Venecia, de la que Nicolás García Uriburu no formaba parte, los canales venecianos se tiñeron de color verde fosforescente.

Su esposa, y quien fotografío su intervención en Venecia, Blanca Isabel Álvarez Toledo, cuenta a modo de testimonio que García Uriburu: “Me contó su idea en el taller de París donde vivíamos desde el 64. Estaba cansado de pintar encerrado en ese cuarto y quería salir de la tela”.

Ayudado por el conocimiento de los gondoleros acerca del flujo y las corrientes del agua, trazó un punto para que el color se esparciera por toda Venecia.

Para realizar su acción usó un colorante orgánico llamado fluoresceína. Mismo que se usa en el campo de la medicina y en estudios hidrológicos para trazar corrientes subterráneas, por ejemplo. Es un colorante inocuo que no causó daño alguno a la fauna o flora de los canales venecianos. Pero mientras las autoridades averiguaban esto, en la ciudad se empezaron a propagar los rumores de que era un acto terrorista y la substancia vertida en los canales los volvía inflamables.

García Uriburu fue aprehendido en medio de su intervención y llevado a Milán para ser interrogado. Además, se tomó una muestra del agua para su examinación.
Una vez aclarada la situación, fue puesto en libertad y su acción fue reconocida como arte.

Ésta fue la primera de varias de sus acciones que hacían referencia a la contaminación de las aguas. En 1981 junto al artista Joseph Beuys tiñó el río Rin y plantó 7000 arboles en Kassel, Alemania. De manera solitaria les dio color a ríos en París, Buenos Aires y Nueva York, así como a puertos y fuentes de distintas partes del mundo.

Durante su vida, se dedicó a la ecología, a la reforestación en América Latina y varias partes de Europa y a la lucha contra la contaminación de mares.

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