Esta semana la Marea Verde arrasó en el Congreso de Oaxaca, con la aprobación, por 24 votos a favor y 12 en contra, la modificación del Código Penal para despenalizar la interrupción del embarazo hasta la semana 12 convirtiéndose así en la segunda entidad del país en tener este decreto. 

Ante tal acto histórico no sólo para México, sino para toda Latinoamérica, tierra en la que son contadas las ciudades en donde es legal abortar, mujeres de distintos lugares abanderadas por una sola causa y con pañuelo verde en mano celebramos.

Te invito a leer esta columna con los ojos del corazón bien abiertos. Siempre podemos no estar de acuerdo, pero es bueno informarse y comenzar a replantear nuestro mundo. 

Comencemos con los conceptos

En los 32 estados en México el aborto es legal cuando el embarazo es producto de una violación; en 29 se permite si se pone en riesgo la vida de la mujer; en 10 sólo si constituye un riesgo severo a la salud de la mujer; 13 en casos de malformaciones congénitas; en 29 cuando aborto se produzca de manera “imprudencial”; en 11 tratándose de un embarazo por producto de una inseminación artificial no consentida y en un estado, Yucatán, por razones económicas.

El acceso a un aborto seguro y legal en dichas circunstancias aun continúa siendo limitado, excepto en la Ciudad de México donde se están implementando servicios gratuitos dentro de las primeras 12 semanas de gestación. 

Y AHORA OAXACA

Según datos de la Red de los Derechos Sexuales y Reproductivos, en Oaxaca se practican más de 9.000 abortos ilegales al año que ponen en riesgo la vida de las mujeres. La sala de sesiones estalló en gritos de alegría y felicidad al conocerse el resultado de las votaciones. Grupos feministas y de apoyo a los derechos de las mujeres celebraron la decisión.

Al mismo tiempo que el Código penal para el Estado de Hidalgo (Libro segundo, título primero “Delitos contra la vida y la salud personal, capítulo V, artículo 157) cita lo siguiente: A la mujer que se le procure el aborto para evitar la exclusión social o por pobreza extrema se le impondrá pena de prisión de tres meses a dos años y multa de 5 a 25 días.

Que la ley sea tan rigurosa en este tema y que el castigo sea tan desmedido, no evita que el aborto deje de ser practicado. Es por ello que cada vez se registran más muertes debido a la clandestinidad que esto implica.

Hoy como sociedad, aún tenemos prácticas y expresiones que no sólo condenan el hecho de abortar, sino a toda persona que apoye la despenalización del mismo, estamos en la era de la información que no genera un pensamiento analítico, en el tiempo en que si una mujer quiere decidir sobre su cuerpo de inmediato se convierte en asesina; en donde si exigimos tomar nuestras decisiones perdemos el derecho de ser escuchadas. Estamos en el día en que pelean por un “ser humano” y nosotros hemos olvidado como serlo, y basta con ver la cifras de embarazos en niñas y adolescente en fechas recientes y saber que en México, 30 niñas de entre 10 y 14 años dan a luz cada día, 900 cada mes, 5 mil 400 cada seis meses. 4 de cada 10 niñas menores de 15 años son violadas y aproximadamente al año hay 400 mil embarazos en adolescentes, pequeñas niñas sin acceso a una educación sexual; sin una autoridad que defienda su derecho a decidir; sin un ingreso para poder mantener a otro ser humano; sin una familia que las apoye; sin entendimiento de su situación.

Y por otro lado, mujeres que ya tienen hijos y otro más implicaría mayores complicaciones para su familia, mujeres que no decidieron estar embarazadas, mujeres que no quieren ser madres.

Y mientras estas niñas y mujeres mueren en silencio, mientras sus sueños se apagan y sus cuerpos se desangran, aún hay personas que creen tener el derecho de decidir por ellas y prohibirles un aborto legal en instalaciones adecuadas.

Debemos entender que el aborto nunca será una decisión fácil de tomar, nunca será cuestión de no querer asumir responsabilidades, debemos tener bien en claro que un aborto no hace ni menos mujer a quien lo realizó ni más a quién no está de acuerdo.

Un claro ejemplo de como la despenalización del aborto contribuye con la salud pública es la Ciudad de México, que desde 2007 ha realizado abortos seguros y legales, reduciendo así el número de muertes por abortos en condiciones clandestinas, demostrando con resultados que un proyecto para la legalización del aborto puede funcionar. Y es que el aborto es un tema en materia de salud pública que compete al Estado y a sus instituciones.

Terminó citando las palabras de la Senadora argentina Gladys Gonzáles “Desde todos los ámbitos de donde se analice, el aborto clandestino es una tragedia social”.

En mis palabras, deseo que toda mujer pueda decidir sobre su cuerpo, deseo que la sociedad entienda que el aborto es una decisión personal y deseo poder ver la despenalización de este en un futuro cercano aquí en Hidalgo. 

La marea esta creciendo, las mujeres estamos más unidas que nunca. La revolución apenas comienza. Se parte de ella y lucha. FELICIDADES HERMANAS OAXAQUEÑAS.

La recomendación de esta semana es un especial para entender más a profundidad el tema:

Especial Marea Verde, mesa de diálogo: rumbo a la despenalización del aborto en Hidalgo.

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