Recientemente he visto un par de películas que esperaba con mucha ansia. Tenía amplias expectativas sobre ambas. Una es de un director que de quien admiro profundamente toda su filmografía, la otra es un de un cineasta que no deja de sorprender en cada entrega fílmica.
Jim Jarmusch, autor de una de las películas que más han influido en mí como profesional del cine; específicamente su ópera prima “Más extraño que el paraíso” (Stranger than Paradise), es una obra maestra en la historia de la cinematografía, es un referente del cine independiente de Estados Unidos. Ha dirigido, entre otros títulos: Ghost Dog: The Way of the Samurai (1999), protagonizada por un excelso Forest Whitaker; Broken Flowers (2005), una rareza que solo Jarmush podía presentar, estelarizada por el siempre grande Bill Murray.
Este año se estrenó su más reciente película: “Los muertos no mueren” (The Dead Don´t Die). Es una inverosímil fusión de géneros, comedia, fantasía y horror. Lo único rescatable es la actuación de Bill Murray y el cada vez más consolidado Adam Driver, quienes encarnan a un par de policías de un pequeño condado invadido por zombis y extraterrestres. Quizá esta película sea una sátira de los géneros y tema que aborda, pero no es perceptible. Es sin duda, una película que no recomiendo.
El otro director que estrenó una película este año es el inglés Danny Boyle, quien irrumpió de manera muy exitosa en el universo cinematográfico con Trainspotting, en 1996. Tuvo un traspié con “La playa” (The Beach), en el año 2000. Pero después presentó cintas magníficas como Slumdog Millonaire (2008), con gran resultado en las taquillas del orbe. Después nos presentó 127 horas (2010), otra muy buena película dentro de su extensa filmografía.
Yesterday es el título de su más reciente trabajo. Una comedia con tintes musicales, que desperdicia brutalmente el tesoro que tenía entre manos, la música de The Beatles. Con una historia burda, que nos habla de una realidad alterna sin Beatles, cigarrilos, ni Coca Cola. Lo mejor es la actuación de una angelical Lily James. La película cuenta con la presencia (meramente anecdótica) del cantautor británico Ed Sheeran. Tampoco la recomiendo.
No podría decir que están mal dirigidas este par de películas sobre las que escribo aquí. Imposible criticar el trabajo de dirección de estos grandes autores, Jim Jarmusch y Danny Boyle. Lo que me sorprende es la mala elección de los guiones que decidieron realizar. Las trayectorias de ambos les permiten elegir y experimentar lo que quieran y puedan, pero no están, como nadie, exentos de presentar películas que quedarán para el olvido.
