Sombrío panorama se avizora para nuestro querido México, la economía de las grandes potencias es inestable y en la búsqueda de la reelección, Donald Trump, ha enrarecido el clima económico mundial.

Nuestra economía, en el segundo trimestre de este 2019 sufrió las consecuencias y simple y sencillamente no hubo crecimiento económico, las cifras oficiales así lo revelaron.

El problema es que, con esto, las empresas empiezan a perder, pues por cada 100 pesos invertidos, obtuvieron cero ganancias, mientras que la inflación, medida por el alza a los precios de la canasta básica, mejor conocida como índice de precios al consumidor, sufrió un alza anualizada por encima de los cinco puntos porcentuales.

Lo anterior, en pocas palabras, nos dice que las empresas obtuvieron nulas ganancias, pero el dinero se depreció al menos 5 pesos por cada 100; entonces no sólo no hubo ganancias, sino inclusive pérdida del poder adquisitivo.

Estos efectos, a pesar de que se dan en un tiempo determinado, no se sienten por la mayoría, sino a mediano plazo, es decir, de no cambiar el panorama para finales de año, empresarios se verían obligados a invertir menos, es decir, arriesgar en menor medida su dinero.

La consecuencia a la falta de inversión, es liquidar a trabajadores, una vez pagados los aguinaldos, para iniciar el año “libres de cargas económico laborales”.

Se ve complejo el revertir, al menos den 4 meses, la tendencia, por lo que te invito a replantear tu gasto personal y en la medida de lo posible, generar un ahorro para “contingencias”, pues hoy, todos estamos sujetos a los riesgos de la economía global.

Preocupante será quien, a partir de los tres primeros meses del 2020 recienta en carne propia alguna medida que conlleve la pérdida del empleo, pues sin ingreso, sumado al incremento a los precios de productos básicos y poca generación de fuentes de trabajo, será complejo pasar un buen año.

Algunos ya lo empiezan a resentir y a unas horas de que el primer mandatario nacional rinda su informe, su nivel de aprobación (popularidad), según casas encuestadoras, ha bajado, en los primeros 8 meses, del 80 al 67%.

Si lo que más preocupa a los mexicanos no mejora (economía, seguridad, inversión en salud y educación), el resultado, dentro de 8 meses, sería ver la baja de la popularidad a niveles cercanos a los 55 puntos porcentuales, y por vez primera seríamos testigos de que un Presidente con tan alta aprobación, cayera, en la confianza de la gente, en un porcentaje históricamente muy alto.

Pensando como mexicano, deseo que el nivel de popularidad del titular del ejecutivo no baje, a raíz de la mejora de los problemas que más nos interesan y lejos de discursos de confrontación, pasemos a una estadía de bienestar, como hoy todos deseamos.

Por hoy me despido, esperando tus comentarios.

Hasta la próxima.

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