Hace unas semanas me encontré en la escuela de mi hijo a una compañera de la primaria con quien me abrace efusivamente, y quien no tardo ni unos minutos en decirme que se estaba haciendo un chat con los compañeros de la generación, me preguntó si estaba interesada en unirme, pero sobre todo me advirtió que escribían mucho y que probablemente debería de silenciar el chat por las mañanas, le di mi teléfono emocionada por saber que había sucedido con todas esas personas que conocí durante mi niñez, y que recordaba como  parte importante de mi historia, y es que puedes hacer amigos durante toda la vida, pero probablemente no marcarán tu vida tanto como aquellos niños que compartieron contigo tu niñez.

Cuando eres niño el concepto de amistad involucra, pasiones, enojos, sin sabores, pero también perdón, diversión y crecimiento, es un cúmulo de emociones que experimentas de manera pura, por primera vez. El reencontrarme con esos seres que me recuerdan, la parte divertida, juguetona y alegre que todos tenemos, y con quienes nos involucramos de manera honesta, al grado de conocernos auténticamente, fue retomar una parte de mi vida,  finalmente ellos fueron decisivos para que hoy sea quien soy, afortunadamente tuve el gusto de compartir con mi generación o al menos con la mayor parte de ellos desde 1 y hasta 8 años de mi crecimiento formativo, ellos me enseñaron acerca de la confianza, la envidia, la tolerancia, la fragilidad, la frustración pero también ayudaron a crear mi autoestima y mis recuerdos.
 
Así que este soliloquio va por ellos:
 
1.- Por los que se acuerdan y complementan esas historias de las cuales nadie tenía memoria.
Que barbaros, a veces me hacen dudar de haber vivido esos años, lo recuerdan a la perfección, los juegos, las direcciones, los nombres, hasta recuerdan a la familia de los compañeros,  todo.
2.- Por los que a la primera insinuación,  buscan el reencuentro, aunque sea con una fiesta virtual.
La verdad lo confieso yo soy de esas que siempre dicen: “hay que reunirnos”, y es que de por si es complejo ponerse de acuerdo unos cuantos, si tomamos en cuenta que muchos de ellos no viven  ni en la misma ciudad ni en el mismo país, pues al menos queda la intención de hacerlo.
3.-Por los que conservan las fotos de grupo, de fiestas, de la graduación y las tienen a la mano.
Ok, ok lo admito, también yo he mandado fotos al grupo,   porque me gusta la sensación  cuando veo esas imágenes y recuerdo lo divertido que la pasaba, y quiero compartir esa sensación con los demás.
4.-Por los que aprovechan para hacer publicidad de algún producto que venden.
Jajaja y lo mejor fue que terminamos haciendo pedidos a domicilio.
5.-Por los que saludan en las mañanas provocando  que tu celular vibre interminablemente, o te mandan alguna frase divertida que provoca mucha risa.
6.-Por los que siguen en la fiesta, o son adictos al trabajo o disfrutan su etapa de padres, lo importante es que cada uno de ellos siga  trabajando por sus sueños.
7.- Por los que ya no están y nunca olvidaré
El verdadero valor de nuestra amistad, es el hecho de haberla disfrutado.
 
Nesbaid

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