Hace unos días, un gran amigo a quien considero un hermano, me dijo que la vida habla, pero lo hace en silencio, sin palabras, con pequeñas acciones que “están ahí”, mostrando a cada instante oportunidades para evolucionar.

Aunque, esas acciones suelen llevarnos a tormentas, jodiéndonos y complicando la existencia, son necesarias discernir, interiorizar y actuar desde el amor si queremos avanzar. Aunque, hay que aclarar, no todas las experiencias te conducen por esos caminos; hay otras que te conducen a experiencias hermosas y chingonas. 

Por eso hay que estar atentos a esos susurros, para observarlos con la luz de tu interior diciéndonos: ¿qué me está queriendo decir la vida con esta situación?; pero, ¿cómo es que nos habla la vida, el universo, Dios o la energía (ponle en nombre que más te amolde)? 

Yo creo que nos habla a través de los demás, llámense personas, circunstancias, accidentes, enfermedades… algunas veces nos toca ser alumnos y en otras nos toca ser maestros de otros, pues más allá de los cuerpos, “somos espíritus redescubriéndonos a cada instante”. Para ello, como lo digo y aunque me duela, existe algo cabrón llamado: PROBLEMAS.   

Viéndolo fríamente, los problemas son oportunidades. Nosotros mismos “nos los ofrecemos a nosotros mismos” antes de venir a encarnar a esta tercera dimensión, y si no se aprende a la primera, la segunda será un temblor y la tercera será un terremoto. 

Mi despertar fue así, un terremoto acompañado de muchas réplicas, porque no aprendí a la primera ni a la segunda. Es como cuando sigues dormido en la mañana y llega alguien a tocarte el hombro y susurrarte al oído: “Antonio, ya levántate”; si no despiertas vendrá un zarandeo que se intensificará. ¿A quién no lo han despertado así, de sopetón o de un chingadazo?

Estas contrariedades nos obligan a hacernos responsables de nuestros actos. Cuando, por nosotros mismos, cambiamos la forma de ver, hacer y sentir las cosas, estas cambian. Nos sanamos más rápido y también nos hacemos SABIOS.  Así se comunica la vida. 

LA VIDA ES CABRONA 

Muchos, y desde luego que me incluyo, estamos tan distraídos que no escuchamos esos susurros, a veces los confundimos y es cuando nos resistimos a mantener aquello que persiste en nuestra vida, pero en el fondo se tiene que cambiar o dejar ir.

Cuando hay resistencia la CABRONA VIDA volverá a poner personas, circunstancias y momentos para que revaloremos la forma en la que actuamos. Yo pensé que ya había trabajado lo suficiente en mis procesos, pero no fue así& se vale llorar pero nunca rendirse. Por ello, “decreto el fin de mi victimización y el inicio de mi responsabilidad y vida en amor”. 

Les dejo nuevamente esta herramienta para purificar ciclos o espirales (los ciclos no se cierran, se purifican), pues, una vez que un ser humano entra en contacto con otro ser humano de cualquier forma “se abre una espiral que jamás se cerrará”: esa persona siempre vivirá en ti y habrá impactado tu vida para siempre. De igual manera tú siempre vivirás en esa persona y habrás impactado su vida para siempre. 

Para purificar las espirales con cualquier otro ser humano, incluso circunstancias,  con el que hayas tenido contacto y con quien sientas que las emociones están contaminadas, tienes que abrir tu campo de visualización: 

1. Cierra los ojos, respira profundamente unas cuatro o cinco veces. Una vez relajado dirás mental o expresamente las siguientes palabras imaginando que cada nivel (espiritual, corporal y mental) representa un lado del triángulo: 

a)    Nivel Espiritual
Gracias por todo lo que fuiste conmigo. 
Gracias por todo lo que yo fui contigo. 
b)    Nivel Corporal 
Gracias por todo lo que sentí y experimente contigo.
Gracias, por todo lo que sentiste y experimentaste conmigo.
c)    Nivel Mental
Gracias por todo lo que hice y pensé contigo. 
Gracias por todo lo que hiciste y pensaste conmigo.

2. Una vez dicho esto, vas a encerrar el triángulo en un círculo con estas palabras: 

De ti para mí, así todo tuvo que ser.
De mí para ti, así todo tuvo que ser.

Lo anterior está en el libro “La Montaña” volumen 1 de Ricardo Perret. 

GRACIAS POR TODO PUCHULI& NOS VEMOS EN LA INMENSIDAD.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *