En estos momentos, nuestro país está ávido de buenas noticias. Hay mucho dolor desperdigado en todo México. El pueblo está polarizado, leo y escucho mucho resentimiento en todos los niveles de la sociedad. Con todo y lo convulso del ambiente que nos rodea, aparecen noticias que debemos celebrar.

Esta semana se dieron a conocer las nominaciones para la 91ª edición de los premios Oscar, anunciadas por la Academia de Cine de Hollywood. Y como era de esperarse, Roma, de Alfonso Cuarón, obtuvo varias nominaciones, diez en total. Entre las cuales, destaco las de Yalitza Aparicio, en la categoría de Mejor Actriz y de Marina de Tavira, nominada como Mejor Actriz de Reparto.

Yo, como mexicano, celebro que mis connacionales triunfen fuera de nuestro país, festejo que hay mexicanos dando buenas notas. No sé si Yalitza y Marina obtengan sus respectivas estatuillas el próximo 24 de febrero, igual celebraré verlas ahí, junto a grandes estrellas del cine mundial, se lo merecen, su trabajo así lo dicta.

He leído notas muy desafortunadas, encabezados dignos de la época del virreinato, donde se destaca la primera nominación de una mujer indígena a los premios Oscar. Yo celebro a la actriz Yalitza Aparicio, celebro la actriz Marina de Tavira. Celebro a dos mexicanas que los últimos meses solo nos has dado buenas noticias.

Este par de nominaciones, sirven para recordar a las otras cuatro actrices mexicanas que han sido nominadas al Oscar. La gran Katy Jurado, en la categoría Mejor Actriz de Reparto, fue la primera actriz mexicana que obtuvo una nominación por la Academia de Hollywood. Sucedió en 1955, para la 27ª entrega de estos premios. Por la película de 1954, Lanza rota (Broken Lance), dirigida por Edward Dmytryk.

Pasó mucho tiempo para que otra actriz mexicana volviera a ser nominada por la Academia. Fue Salma Hayek, para la edición 75 de la entrega del Oscar, en la categoría Mejor Actriz, dirigida por Julie Taymor en la película Frida, del 2002. La maestra Adriana Barraza, resultó nominada como Mejor Actriz de Reparto en 2007, por su actuación en Babel, de Alejandro G. Iñarritu. Mención especial merece Lupita Nyong’o, actriz de origen keniano, nacida en México, ganadora de la estatuilla dorada esa misma categoría en el 2013, por su actuación en 12 años de esclavitud (12 Years a Slave), de Steve McQueen. Junto a estas históricas del cine mexicano, no debemos olvidar a Beatrice de Alba, ganadora del Oscar en 2003, por Mejor Maquillaje, también de la cinta Frida.

Celebremos a todas estas mujeres y sus aportaciones al cine universal con cada uno de sus trabajos. Para Yalitza Aparicio y Marina de Tavira, ojalá lo ganen. Que sigan las buenas noticias con ellas.

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