Desde sus orígenes, Francia ha sido importante para la industria cinematográfica. Primero por ser la cuna del cinematógrafo, inventado por los hermanos Lumière, quienes revolucionaron al mundo con su artefacto.

Después por el gran aporte de estupendos cineastas franceses a través de la historia del cine.

El primero que mi memoria alude es George Méliès y su Viaje a la luna (Le Voyage dans la Lune), película de 1902. Si tuviera que definir la magia del cine, elijo a esta histórica pieza para ilustrarlo.

A más de cien años de su realización, el legado de la obra de Méliès sigue vigente, es el padre del cine de fantasía y ciencia ficción.

Después podría escribir una interminable lista con nombres y sus obras maestras que han forjado al cine como el gran binomio arte – industria, de nuestro presente.

Jean Renoir, con Boudu salvado de las aguas (1932); François Truffaut y su influencia en la Nueva Ola, con Los 400 golpes (Les quatre cents coups. 1959).

Y así podría seguir con Claude Chabrol, Jean Cocteau, Robert Bresson, Jean Luc Godard y un eterno etcétera, hasta llegar al presente.

Cineastas que dejan huella como Claire Denis y su maestría expuesta en Vendredi Soir (2002). François Ozon y su pulcra narrativa en Los amantes criminales (Les Amants Criminels. 1999). André Techiné y la continuidad en el presente de la Nueva Ola, con Los Ladrones (Les voleurs. 1996).

La industria del cine en Hollywood siempre ha estado atenta a la vanguardia que marcan los realizadores franceses. Muchos éxitos de taquilla de Estados Unidos, son versiones adaptadas, remakes, de películas hechas en Francia.

Diabólicas (Diabolique. 1996), es un remake dirigido por Jermiah Chechik, de Las diabólicas (Les diaboliques) película de 1955, escrita y dirigida por Heri George Clouzot.

El clásico ochentero Tres hombres y un bebé (Three Men and a Baby), está inspirado en 3 hommes et un couffin (3 hombres y un biberón).

No puedo olvidar una obra maestra de la comedia cinematográfica, La jaula de las locas (La cage aux folles), película de 1978, dirigida por Edouard Molinaro, musicalizada por el genio Enio Morricone; tuvo su versión americana en 1996, La Jaula de los pájaros (The Birdcage), dirigida por Mike Nichols, fotografiada por el maestro Emmanuel Lubezki.

Hoy al revisar la cartelera de los cines, veo que se estrena Amigos por Siempre (The Upside), dirigida por Neil Burger, protagonizada por el extraordinario Bryan Cranston, Kevin Hart y Nicole Kidman.

Es el remake de la mundialmente taquillera Amigos (Intouchables), dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, del 2011.

De todos los remakes que he visto del cine francés hechos en Hollywood, me quedo con las primeras versiones.

Amigos por siempre, tiene un excelente reparto, no sé si persista interés en el público por ver en otra versión lo que ya consumió hace poco.

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