Desde los inicios de la cinematografía, las mujeres siempre han jugado un rol más que importante en cada película realizada. Las actrices son las que han tenido mayor atención, tanto del público, como de la crítica.
Pero hoy les que quiero platicar de las mujeres que están detrás de las cámaras, serían necesarias varias columnas para escribir de la importancia del talento femenino. Ya sea como maquillistas, como diseñadoras de vestuario, como editoras, como en todos los puestos de una producción cinematográfica.
Nunca antes en la historia del séptimo arte, había tenido la participación de tantas mujeres dirigiendo. Como en cualquier ámbito profesional, ha sido una lucha de muchos años reconocer, por parte de una sociedad patriarcal, el talento y la aportación de las mujeres directoras.
En numerosos textos de historia del cine ignoran la obra de Alice Guy. Considerada la primera mujer directora de cine en la historia. Al principio de su carrera firmaba con el apellido de casada, Alice Blaché. Eran finales del siglo XIX, el cine apenas nacía y ya el mundo tenía en Alice Guy una mujer valiente, que no solo dirigía, también producía y actuaba. Se dice que llegó a dirigir más de mil películas, aunque el IMDB (Internet Movie Data Base), le atribuye 444 cintas dirigidas.
Desde los inicios de mi carrera, a finales de los años 90, siempre he trabajado al lado de mujeres, ya fueran directoras, productoras o guionistas. Desde aquellos lejanos comienzos, tuve la fortuna de conocer y aprender un poco de Matilde Landeta, directora pionera en la época de oro del cine Mexicano. Aunque antes de ella, en el cine silente producido en nuestro país, existió la figura de Mimí Derba, primera mujer directora mexicana. No puedo dejar de mencionar la importancia de Carmen Toscano, cuya aportación como productora, directora, guionista y directora es muy importante para la historia de nuestro cine.
En lo personal el trabajo de muchas mujeres cineastas me han dejado marcado, influyendo en no solo en lo que hago, también en lo que veo. Como la obra de Claire Denis. La primera película que vi de ella fue Trouble every day (2001), un filme poético. Que cuenta con la extraordinaria fotografía de otra referencia para mí en el cine, Agnés Godard.
Sofia Coppola es otra estupenda directora contemporánea. Su película Perdidos en Tokio (Lost in Translation. 2003), simplemente me cautivó. Otra gran directora de nuestro tiempo es la neozelandesa Jane Campion, que dirgirió El Piano (1992) con una excelsa maestría.
El año pasado tuve el placer de recibir en mi ciudad a dos grandes mujeres cineastas. La colombiana Marta Rodríguez, de más de 80 años, pionera del documental en su país; además de Guetty Fellin, primera cineasta haitiana, quien dejó llenos de inspiración a quienes pudieron ver su trabajo Ayiti Mon Amour (2016).
En la actualidad todavía se segmenta el trabajo de las directoras, creo que no es necesario, crearles un apartado, ya sea en festivales o muestras. Ellas desde el inicio de este oficio, tienen un lugar gracias a su talento y aportación en el cine.
