Desde hace cerca de 18 meses he visto a Pachuca decaer en mucho sentidos.
Por un lado veo su decadencia política y por otro lado su decadencia estructural.
El federalismo en México a mi parecer, debilita a todos los órdenes de gobierno, pues cada nivel inferior está sujeto a lo que el nivel superior disponga en materia de asignación de recursos. Ésto es: si el Presidente Municipal es del mismo partido que el Gobernador, tiene acceso a la prontitud y semi eficiencia de que le asignen el dinero al Municipio, el mismo efecto ocurre entre Gobernadores y el Presidente.
Sin embargo, cuando eres opositor al Gobernador en un Estado que pocas veces ha tenido alternancia, como es el caso del PAN actualmente, es una fórmula desastrosa.
Leí hace poco el Segundo Informe de Gobierno de Yolanda Tellería, en donde afirma que su gestión enfrenta serios problemas porque el gobernador Fayad no apoya al municipio; evidentemente esta es una clara acción política le quita fuerza al partido opositor.
Sin embargo, me parece que ponerse detrás de la barrera diciendo que todo es culpa “del de arriba”, tampoco es correcto. Los Municipios tienen acceso a poder bajar recursos de muchas formas y ante muchas instituciones del Gobierno Federal. Se requiere gestionarlos e incluso pelearlos bajo el entendido de que dichos recursos son estrictamente para el Municipio y no para el Gobierno Estatal. Pero quien lucha por ellos es la figura del Presidente Municipal.
Siendo así, enfrentamos una doble dinámica: En primer lugar al Gobierno Estatal no le conviene apoyar al Municipio pues apoyaría a su némesis político. Pero por el otro lado, al Municipio le hace falta mucho empuje para comenzar a gestionar otro tipo de recursos que resuelvan los problemas inmediatos.
Hoy la Ciudad de Pachuca tiene serios, muy serios problemas en su infraestructura, particularmente en sus calles y avenidas. Y tan serio es el problema que hace poco vi un anuncio en donde la Presidenta Municipal comunicó como un logro que se invirtieron 6 millones de pesos en bacheo… Lamentablemente, ese dinero es nada comparado con los requerimientos de los ciudadanos.
Es triste que a pesar de lo que hoy enfrentamos como mexicanos en muchos frentes, tengamos aún que pelear por nuestras pequeñas diferencias políticas al tratar de atender el bienestar de la población.
Se les olvida que México es uno y uno es México. Así… sin mordaza.
