El Amor, las mujeres y la vida.
Por: José Luis Ramos Ortigoza
La semana pasada recordamos a Schopenhauer con su pesimista visión del amor. Les adelanté que ese libro había recibido una contestación, casi 100 años después. La contestación a tan pesado legajo de filosofía fue un libro de poemas. Una selección exquisita, realizada por Mario Benedetti quien fue uno de los poetas más innovadores, divertidos, y ambiciosos de la literatura en español.

En “El amor, las mujeres y la vida” se recoge una selección de poemas aclamados por varias generaciones, son poemas que recitaron nuestros abuelos, y muchas veces, con los que se enamoraron nuestros padres.

En el libro, Benedetti muestra su concepción de la vida: el amor es la compensación de la muerte, por ello, al hablar de amor, levanta sus versos lleno de fe, y le explica como fuerza principal que mueve al ser humano, es el amor la razón última de la existencia, y este amor puede mostrarse desde la erótica del amante hasta la esperanza del revolucionario o la gratitud del amigo.

De la selección de poemas, hay que decir que muchos de ellos están construidos a flor de piel, y así los ha repetido su público que los guarda de memoria, y los repite al oído de la persona amada. Así, a flor de piel, los adolescentes y también los adultos mayores los citan en sus declaraciones de amor o los tienen en mente a la hora de garabatear un verso.

Benedetti ha sido tan universal que muchos de estos versos se han convertido en canciones y hasta en grafitis que en una frase, rememoran la época, vida y obra del autor. Pocos poetas han logrado establecer un vínculo tan personal, tan íntimo con sus lectores. Acaso Neruda logró también, como Benedetti saltar las barreras que suelen separar el arte de la vida y convertirse a lo largo de dos o tres generaciones, en patrimonio de todos.

Ya entrados en gastos, hablando de Poesía, les comparto un dato muy personal: Yo entendí la poesía solo gracias al genio de Benedetti. Si, de él, de Pablo Neruda, Federico García Lorca y Antonio Machado. Fueron sus versos, leídos por mi Madre y recitados por mi tío Martín Ortigoza, los que me enseñaron el camino de los sentimientos más profundos y más entrañables. Así que si alguno de los poemas seleccionados para ser compartidos el día de hoy les toca, no lo piensen mucho. Con ellos se continúa el camino.

Antes de compartirles un poco de Benedetti, y para concluir estos temas complejos de “El Amor, las Mujeres y la Vida” les comparto la conclusión, que además se presenta desde el prólogo del texto: “El amor, esa fuerza emblemática de la vida que encarnan las mujeres, es el único elemento que sirve para enfrentar a la muerte”

Te Quiero.
Mario Benedetti.

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

No te Salves.
Mario Benedetti.

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Ustedes y Nosotros.
Mario Benedetti.
Ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual

ustedes cuando aman
calculan interés
y cuando se desaman
calculan otra vez

nosotros cuando amamos
es como renacer
y si nos desamamos
no la pasamos bien

ustedes cuando aman
son de otra magnitud
hay fotos chismes prensa
y el amor es un boom

nosotros cuando amamos
es un amor común
tan simple y tan sabroso
como tener salud

ustedes cuando aman
consultan el reloj
porque el tiempo que pierden
vale medio millón

nosotros cuando amamos
sin prisa y con fervor
gozamos y nos sale
barata la función

ustedes cuando aman
al analista van
él es quien dictamina
si lo hacen bien o mal

nosotros cuando amamos
sin tanta cortedad
el subconsciente piola
se pone a disfrutar

ustedes cuando aman
exigen bienestar
una cama de cedro
y un colchón especial

nosotros cuando amamos
es fácil de arreglar
con sábanas qué bueno
sin sábanas da igual.

Estoy seguro de que estos tres poemas les habrán refrescado, los temas del Amor, Las Mujeres y La vida. Para ustedes, mucho amor y mucha vida.

Poéticamente: José Luis Ramos Ortigoza.

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