Desde hace muchos años, me gustan los automóviles, desde verlos correr o simplemente verlos en la calle. Y desde entonces por esa curiosidad nata, al observarlos he visto que varios automóviles en Pachuca tienen placas con números iguales, es decir, antes que las placas tenían 4 dígitos numéricos podía apreciar placas 7777 y ahora con el cambio reciente de numeración, ya solo tienen 3 dígitos.

Cuando recientemente fui a cambiar mis placas este año, ilusamente y por mera curiosidad pregunté que si podían asignarme placas de dígitos iguales (por aquello de acordarme de mis placas al pagar el parquímetro). Y prácticamente se rieron de mi, diciendo que eso está reservado para funcionarios públicos, personajes de la vida pública o para quien les ordenaran desde arriba entregarlas.

Desde ese día y hasta hoy, he observado que tipo de vehículos tienen esas placas y para mi sorpresa veo camionetas del año con guaruras, coches de muy alto lujo y hasta vehículos de gobierno, como el que ví en un evento público que traía el gobernador del estado cuyas placas, no solo repiten número sino letras y son HHH-111-A.

Pero también dentro de mi curiosidad natural, he visto estos vehículos en doble fila, pasándose altos, en lugares para discapacitados e incluso ocupando lugares preferenciales en eventos públicos y privados. 

Platicando con un mando de la Policía Estatal, incluso me decía que ni los cuerpos de policía se acercaban a estos vehículos “etiquetados” porque son intocables e incluso temen que si lo hacen, podrían perder la chamba.

Y no solo me ha tocado ver políticos, sino también he visto a pseudo empresarios con estas placas, haciendo evidente incluso su pertenencia político electoral, alineada con el partido en el poder.

La pregunta de fondo es: ¿Por qué la autoridad no solo permite, sino promueve este tipo de conductas? ¿Por qué tan cínicamente atentan contra la igualdad de derechos de sus ciudadanos con prebendas y privilegios? ¿Por qué ya ni la molestia se toman de ser prudentes con este tipo de abuso de autoridad?

La respuesta es muy sencilla… porque nadie dice nada y pareciera ser bien visto lograr llegar a tener una de esas placas mágicas que te hacen ser parte del círculo del poder.

Es una verguenza. Lo ideal es que saquen estas placas de circulación o que se otorguen como cualquier otro número al emplacar. Es momento de que nuestra clase política comience a dar mensajes congruentes a una ciudadanía cansada de ver sus abusos. 

Veremos si ante la tormenta política que se avecina en el Estado de Hidalgo, las autoridades del ejecutivo estatal hacen algo por despolitizar este tipo de actitudes y demuestren a la ciudadanía que están interesados en democratizar su actuar diario. Así… Sin Mordaza.

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