Siempre me han causado curiosidad las celebraciones del día de algo, el día internacional de aquello o el día nacional de esto otro. Bueno, no siempre, quizá por eso me causan curiosidad. Cuando era niño, había pocas celebraciones oficiales del día de algo, o no tantas como en el presente. Y por oficiales, entiéndase, celebraciones reconocidas por el gobierno.

El Día de la Madre, el Día de la Bandera, el Día del Maestro y algunas otras más de relevancia para nuestra identidad como nación. Las celebraciones de esos días, eran una reafirmación a nuestra soberanía, a nuestra historia. También algunas de estas fechas eran y son, días de fiesta.

No sé en qué momento el mundo comenzó a conmemorar días de todo, a diario. Por ejemplo: La ONU estableció el 23 de agosto como el Día Internacional contra los ensayos Nucleares o el Día Internacional de los Asteroides, conmemorado cada 30 de junio. Y así cada mes, varios días se conmemora el día internacional de algo.

Hay celebraciones que me parecen graciosas, como la del Día Nacional del Pretzel en Estados Unidos, celebrado cada 26 de abril; o el Día de la Canaricultura, sí, cada 16 de agosto se celebra a quienes crían canarios en Argentina. 

Cada día del año nos podemos encontrar con la celebración o conmemoración de algo realmente importante para algún sector de la población, nacional o mundial y también podemos encontrar alguna conmemoración realmente irrelevante para el mundo entero.

Aquí en México, la LXIII Legislatura del Senado de la República, el 20 de abril de 2017 declaró el 15 de agosto, como Día Nacional del Cine Mexicano. Con el objetivo, según se afirma en su declaración, de reconocer su aporte a la cultura e identidad nacional, así como promover los incentivos a esta industria. Esta declaración fue ratificada el pasado 26 de abril por la LXIII Legislatura de la Cámara Baja. 

Los diputados aprobaron además del Día Nacional del Cine Mexicano, importantes celebraciones como la del Día Nacional del Balance Trabajo-Familia, para el 1 de junio; o el tercer sábado de marzo como el Día Nacional del Tequila.

Desconozco si la elección de esta fecha tiene que ver con la conmemoración de la primera proyección pública de cine en México, realizada el 14 de agosto de 1896 en el sótano de la Droguería Plateros, ubicada en la que hoy es la calle de Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. 

Celebrar al cine mexicano con un día oficial, no me representa nada, ni como espectador ni como realizador. Ver cine hecho por mexicanos, consumir cine nacional, no debe ser un acto de chauvinismo, es decir, la exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo extranjero. Incentivar el consumo de cine nacional y sus incentivos de producción y distribución, van más allá de conmemorar un día del calendario oficial de México.

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