Se dice que los llamados ‘nervios’, son alteraciones del sistema nervioso que se manifiestan como, intranquilidad, inquietud, irritabilidad, ansiedad y pueden tanto provocar apetito como disminuirlo, por eso es muy importante que aprendas a controlarlos para vivir una vida en plenitud.

Las causas se presentan de diversas maneras, pero en general coinciden con las programaciones que tenemos del pasado que vivimos y que en la actualidad si alguna circunstancia se presenta de la misma forma o con un matiz igual, volvemos a la misma sensación pasada y nuestros nervios nos pueden traicionar, ya que la mente reactiva hace que volvamos a sentir la misma angustia. Entonces, si antes no hiciste algo para solucionar una situación, nunca será tarde para que aprendas a calmarte.

La mayoría de nuestros nervios surgen a partir de las inseguridades que tenemos en nuestra mente, muchas de ellas infundadas, tendemos a precipitarnos en la resolución de las cosas del día a día, y dejamos de vivir el presente por el miedo al futuro, que en muchos casos ni cercano esta.

Lo primero que debes poner en práctica es que eres una persona muy inteligente, llena de cualidades como para ponerte limitaciones mentales basadas en un “no puedo o no soy capaz”. Empieza por quitar de tu vocabulario la palabra imposible, porque todo tiene una solución, menos la muerte. Empieza a fomentar el yo puedo.

No te sientas culpable por ser miedoso, o avergonzado por ser nervioso. Es preferible identificar qué situaciones son las que hacen que se detone una crisis nerviosa. Una vez identificados, comienza por encontrar posibles alternativas de soluciones positivas. Entre más obstinado estés, menos claridad de pensamiento tendrás para ser objetivo y asertivo.

Identifica cuáles son causados por ti. Cuáles te fueron inculcados por la educación que recibiste; es decir, tus miedos no pueden ser los mismos que los de tus padres, tienes que evolucionar y entender que cada época genera distintos tipos de preocupaciones, ahora debes ponerte a trabajar en ellos y recuperar la confianza en ti mismo. }

Actúa con templanza, con cautela al momento de realizar algo que te produce muchísima ansiedad, las cosas se deben de hacer con todo y miedo, el miedo o los nervios, jamás van a desaparecer, pero afrontarlos sin duda disminuirán tus síntomas negativos y te sentirás orgulloso de ti mismo al superar esta situación.

Cuando vas a realizar algo importante, constantemente lo primero que viene a tú mente es la lista de todas tus debilidades, pero entre más las pienses, más las vas a reflejar, a proyectar, mejor trabaja en tu autoconcepto; es decir, cómo te vez a ti mismo. Cuáles son tus virtudes y trabajar sobre tus defectos. Tranquilo, todos tenemos defectos, solo así recobrarás la autoconfianza.

Todos tenemos miedos reales o imaginarios, utiliza tu sabiduría para distinguirlos, ya que conforme crecemos, los nervios empiezan a variar, casi casi se ‘actualizan’ como software, ya que siendo adultos no disminuyen, solo cambian. Si de niño te daba miedo el famoso “coco” ahora te puede dar miedo no completar los gastos de tu casa. Solo aprende cuáles son reales para poderlos trabajar y dejas de ponerte el pie a ti mismo con los imaginarios.

Cuando te digo que afrontes las situaciones que te ponen nervioso, te invito a que lo hagas con ciertos cuidados, ciertos límites entre lo espiritual, lo moral y lo legal; jamás perjudiques a terceras personas.

Uno de los mayores temores que existen y que producen mucho nerviosismo, es lo que piensan los demás de ti, si te van a aceptar, a rechazar o a criticar. No importa lo que piensen de ti. Fortalece tu autoestima y autoconcepto. Cada cabeza es un mundo y tienen distintas perspectivas, solo importa lo que pienses de ti mismo, lo que hagas con tu vida, dejando que los demás vivan la suya a su manera. Tampoco te ocupes de lo que tú piensas de los demás, mantenlo para ti.

Recuerda que tú puedes, solo no lo olvides, cree en ti, ten confianza y conviértete en la mejor versión de ti.

ACLARACIÓN       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo

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