Purísima del Rincón, Guanajuato.- “Vuela alto, Cohete”, así fue como usuarios en redes sociales se despidieron del perrito “Cohete”, también conocido como “Rocky” o “El Guardián del Jardín” de Purísima del Rincón, donde vivió poco más de 4 años para luego ser adoptado por la familia Calzada, quienes lo cuidaron por poco más de un año hasta su fallecimiento.
Este fin de semana, la familia Calzada dio a conocer a través de sus redes sociales que “Cohete” había muerto, presuntamente por causas naturales, dada su avanzada edad, pues cabe recordar que se trataba de un can de aproximadamente 10 años.

Oswaldo Calzada, padre de la familia que adoptó a Cohete en diciembre del 2023, señaló que fue en la madrugada cuando sus otros perros comenzaron a ladrar, por lo que se levantaron a ver qué ocurría, para después ver a Cohete sin vida y con sangre en la boca, posiblemente por un problema interno.
A través de las redes sociales, decenas de usuarios compartieron las publicaciones de despedida de Cohete, pues cabe recordar que hace aproximadamente dos años ganó gran popularidad entre la ciudadanía purisimense.
Dicho cariño lo ganó gracias a su nobleza y a su presencia en fiestas locales, como La Judea, las Fiestas de Octubre y otras celebraciones de la zona centro, donde su característica principal era “corretear” a los fuegos artificiales, de ahí su nombre “Cohete”.

Aunque tus patitas ya no toquen el suelo, tu espíritu corre libre y feliz, Gracias por cada momento compartido, ¡extrañaremos tu alegría querido amigo Rocky Cohete! Bello sin vanidad, feliz como su pueblo, valiente sin ferocidad, con todas las virtudes del hombre, pero sin ninguno de sus defectos”, fueron las palabras de despedida de la familia Calzada.
En la publicación de despedida, la familia Calzada mostró como Cohete fue cremado y colocado en una urna de madera donde adornaba una fotografía suya con ellos, además de un compilado de fotografías emblemáticas del lomito.

Su origen
Cohete fue criado desde pequeño por la familia Chávez Hernández, de la colonia Guanajuatito, donde fue muy apegado a su dueño, el señor José Chávez Pérez, quien lo bautizó originalmente como “Rocky”.
“Rocky”, vivió con la familia Chávez Hernández por 6 años, hasta el fallecimiento de José Chévez Pérez, donde incluso, según relata la familia, “no se despegó” de su ataúd hasta que fue llevado al panteón.
Tras el fallecimiento de don José Chávez, el noble can comenzó la costumbre de salir de su casa en búsqueda de su dueño y al no encontrarlo no volvió a regresar a su casa, por lo que comenzó a vivir en la calle y aunque sus dueños lo regresaban este se iba de nuevo, específicamente al Jardín Principal.

Fue ahí donde vivió por más de 4 años y aunque en un inicio su presencia pasó por desapercibida, poco a poco fue notado por la ciudadanía, quienes lo comenzaron a alimentar y a cuidar en el jardín, incluso abrazándolo en temporadas invernales.
Si bien fue cuidado por meses, fue hasta diciembre de 2023 cuando fue adoptado por la familia Calzada, quienes lo hicieron uno de ellos como regalo de navidad y donde pasó poco más de un año en un lugar al que sus dueños se aseguraron de que podía ser su hogar, seguro y lejos de los peligros de la calle.
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