Carlos Zamarripa Aguirre durante su último informe anual de labores como fiscal general del estado el 29 de febrero de 2024. Foto: Catalina Reyes.

Guanajuato.- El 31 de diciembre será el último día de Carlos Zamarripa Aguirre como procurador general de Justicia y fiscal general del Estado, tras 15 años y nueve meses en el cargo.

Zamarripa se retira debido a que su renuncia entrará en vigor el 1 de enero, aunque no por decisión propia, ya que aún le quedaban cuatro años de mandato. La gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo determinó poner fin a su gestión.

Desde el 1 de marzo, en el inicio de su campaña, García Muñoz Ledo anunció en conferencia de prensa que ni Carlos Zamarripa ni Alvar Cabeza de Vaca, secretario de Seguridad Pública, continuarían en su gobierno.

Así, Zamarripa no concluirá el periodo de nueve años para el que fue electo por el Congreso del Estado en febrero de 2019, el cual debía finalizar en 2028.

El 27 de septiembre pasado, un día después de que García Muñoz Ledo asumiera el cargo de gobernadora, se informó que Zamarripa había presentado su renuncia, efectiva a partir del 1 de enero de 2025.

Carlos Zamarripa asumió el cargo el 12 de marzo de 2009, tras ser propuesto por el entonces gobernador Juan Manuel Oliva y ratificado por el Congreso del Estado

Desde entonces, ha servido bajo cuatro administraciones: además de Oliva, trabajó con Miguel Márquez Márquez y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quienes lo ratificaron, y ahora con García Muñoz Ledo, quien ha puesto fin a su gestión.

Este periodo estuvo marcado por el incremento de la violencia en el estado, incluyendo delitos de alto impacto como asesinatos, feminicidios, masacres, desapariciones, extorsiones —que ya no solo afectan a grandes empresas, sino también a pequeños comerciantes— y asesinatos de policías municipales, estatales y agentes viales.

Desde 2012, cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública comenzó el conteo de delitos reportados por las fiscalías estatales, hasta el 30 de noviembre pasado, Guanajuato ha registrado 30 mil 127 homicidios.

El año 2017 marcó un punto de inflexión en la ola de violencia que afecta al estado. En ese año, los homicidios dolosos dieron un salto significativo, alcanzando 4 mil 027 casos, frente a los mil 096 registrados en 2016, lo que representa un incremento de más del triple, según las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Desde entonces y hasta 2023, el promedio anual de asesinatos en Guanajuato no ha bajado de tres mil. El punto más alto se registró en 2020, con 4 mil 490 homicidios, lo que equivale a un promedio de 374 asesinatos al mes.

Durante todo el sexenio de Rodríguez Vallejo, Guanajuato ocupó el primer lugar a nivel nacional en homicidios dolosos.

Se defiende Zamarripa 

En su defensa, en reiteradas ocasiones, incluyendo una reciente en julio pasado al comparecer ante legisladores locales, el fiscal Carlos Zamarripa reiteró que el aumento de los delitos y la violencia en el estado no es su culpa, ya que su labor es investigar y esclarecer los delitos, no prevenirlos.

Afirmó que, a pesar de los resultados presentados por la Fiscalía, “aún así se preguntan, ¿por qué la Fiscalía no ha logrado prevenir la comisión de más delitos? ¿Por qué siguen aconteciendo? ¿E incluso por qué algunos van al alza? ¿O por qué estas burbujas de violencia?

La respuesta, dijo, “es porque la competencia y responsabilidad de la Fiscalía comienza cuando el delito ha ocurrido, a fin de esclarecerlo, y porque no llevan a cabo la prevención como parte de sus funciones”.

Suben las extorsiones 

Las extorsiones comenzaron a aumentar en 2021, año en que se denunciaron 373 casos, un salto significativo en comparación con los 19 registrados el año anterior, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Desde entonces, el incremento ha sido exponencial: en 2022 se reportaron 668 casos; en 2023, la cifra ascendió a 988, y hasta el 30 de noviembre de este año, ya sumaban mil 093 denuncias.

Sin embargo, el miedo provocado por la aparición de extorsionadores se empezó a sentir mucho antes, precisamente en el año en que Zamarripa fue nombrado fiscal.

Un caso emblemático ocurrió el 5 de agosto de 2019, cuando tres mujeres que trabajaban en tortillerías fueron asesinadas en Celaya. Esto sucedió después de que empresarios del sector protestaran frente a la Presidencia Municipal para denunciar extorsiones.

Los manifestantes fueron atendidos por autoridades municipales, y el entonces gobernador Rodríguez Vallejo los exhortó a presentar denuncias formales. Apenas una hora después, un grupo armado irrumpió en la tortillería La Indita, en la colonia Los Lagos, y asesinó a la propietaria y a dos empleadas.

Primer lugar nacional en masacres 

La gestión de Carlos Zamarripa estuvo marcada por la aparición, cada vez más frecuente y numerosa, de masacres en Guanajuato.

El 1 de julio de 2020 se registró la mayor masacre en la historia moderna del estado. Un grupo armado irrumpió en el centro de rehabilitación “Recuperando mi vida”, ubicado en la comunidad de Arandas, Irapuato, y asesinó a 27 personas.

Tiempo después, la Fiscalía del Estado informó que el ataque fue perpetrado por un sicario de un grupo criminal, quien buscaba a un joven rival. Al no encontrarlo, disparó indiscriminadamente contra los jóvenes que se encontraban en el segundo piso del inmueble.

El año 2023 fue particularmente violento, con un total de 22 ataques en los que murieron 119 personas, de acuerdo con un recuento de AM. Entre los casos más impactantes destacan:

El 3 de diciembre, cuando se encontraron los cuerpos de cinco estudiantes de Medicina en Celaya, todos con heridas de bala en la cabeza.

El 17 de diciembre, durante una posada en Salvatierra, donde 11 personas, en su mayoría jóvenes, fueron asesinadas y 14 resultaron heridas.

En 2024, Guanajuato lideró a nivel nacional en el número de masacres, según datos de la organización Causa en Común. Su Registro de Atrocidades 2024 señala que entre enero y noviembre se contabilizaron 69 masacres en el estado, superando a Guerrero (40 casos), Sinaloa (28), Estado de México (23) y Jalisco (21).

Estos datos fueron publicados en diciembre a través de las redes sociales de Causa en Común. En su informe más reciente, con corte a junio, se documentaron 32 masacres en Guanajuato. Esto implica que entre junio y noviembre, los casos se incrementaron en más del 100%.

El año cerró con la misma tendencia violenta. Durante el fin de semana del 21 y 22 de diciembre, se registraron cuatro multihomicidios en menos de 48 horas, dejando un saldo de 14 personas asesinadas, entre ellas un menor de edad. Tres de los ataques ocurrieron el sábado, en Irapuato, Juventino Rosas y San Miguel de Allende, mientras que la jornada violenta comenzó la noche del viernes en Valle de Santiago.

Suman 4,490 desaparecidos en 12 años 

Según datos de la Fiscalía, del 1 de enero de 2012 al 30 de noviembre de 2024, se documentaron 4 mil 330 desapariciones. Foto: Archivo AM.

Entre 2012 y 2024 se registraron 4 mil 490 personas desaparecidas en Guanajuato, de acuerdo con una recopilación realizada por Fabrizio Lorusso, académico de la Universidad Iberoamericana, basada en una solicitud de acceso a la información dirigida a la Fiscalía General del Estado.

Lorusso detalló que, según los datos oficiales de la Fiscalía, del 1 de enero de 2012 al 30 de noviembre de 2024, se documentaron 4 mil 330 desapariciones. A esta cifra sumó 160 casos adicionales reportados en el Registro Nacional de Búsqueda antes de 2012, lo que da un total de 4 mil 490 personas desaparecidas.

Esta información fue difundida el 21 de diciembre a través de la cuenta de X (antes Twitter) de Desaparecidos Guanajuato.

En entrevista con AM, Lorusso aclaró que estas más de 4 mil desapariciones corresponden a personas que oficialmente siguen sin ser localizadas. Además, explicó que este número es el remanente de un total de 30 mil personas reportadas como desaparecidas en el estado entre 2012 y el 30 de noviembre de 2024, tras descontar los casos de quienes ya fueron encontrados, ya sea con vida o sin vida.

Policías bajo fuego 

Los asesinatos de policías en Guanajuato, ya sean municipales, estatales, preventivos, de policía vial o de la Guardia Nacional, han mostrado un alarmante incremento desde 2018, sin bajar de 42 casos anuales.

El año más violento para las fuerzas de seguridad fue 2020, cuando se registraron 70 homicidios de elementos policiales. Este 2024 se perfila para igualar esa cifra, con 67 asesinatos contabilizados hasta el 17 de diciembre.

Diciembre ha sido particularmente trágico para las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), con ocho agentes asesinados en lo que va del mes, siete de ellos en ataques múltiples.

María Rosario Arriaga Zavala, agente de las FSPE, y su hija menor de edad fueron asesinadas a balazos mientras viajaban en su vehículo por la comunidad Varal de Cabrera, en Abasolo. Foto: Staff AM.

El 3 de diciembre, María Rosario Arriaga Zavala, agente de las FSPE, y su hija menor de edad fueron asesinadas a balazos mientras viajaban en su vehículo en la comunidad Varal de Cabrera, en Abasolo.

El 10 de diciembre, tres hermanos integrantes de las FSPE, dos de ellos custodios del Cereso de León, fueron ejecutados en la comunidad El Sauz, al sur de Guanajuato capital.

El 16 de diciembre, cuatro policías estatales, tres hombres y una mujer, fueron asesinados en Uriangato frente a la plaza textil Proyecto de Fe. En el ataque, dos elementos más resultaron heridos.

La escalada de violencia contra los cuerpos de seguridad refleja una preocupante situación en la entidad, que sigue siendo una de las más afectadas por la violencia en el País.

AAK

 

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