Al ser atacado por “El Male”, el hotelero Richard Charles Zúñiga tomó unas tijeras para defenderse, pensando que si lograban hacerle algo, lastimarían después a su esposa. Eso lo motivó a actuar y defenderse, primero con las tijeras y luego con un pico.
Después de ser detenido por matar a “El Male”, su agresor, Richard quedó libre tras ser amparado bajo la nueva Ley de Legítima Defensa, y contó a am cómo protegió a su familia del ataque del joven que, tiempo atrás, trabajó con él en la construcción de su negocio y de su casa, por lo que conocía el lugar.
“Simplemente fue un grupo de muchachos que se les hizo fácil robar a unos extranjeros, algo fácil, debió decir: ‘yo sé cómo entrar’, y lo hicieron”, consideró el estadounidense, que cree que su agresor estaba intoxicado cuando entró a su casa el martes, pues desde que “El Male” salió de la cárcel se tornó agresivo y su personalidad cambió mucho, contó Richard.
“A veces, cuando pedía dinero, le daba 20 pesos o 50 y él se iba, pero se notaba su pupila dilatada y yo sabía que en algo andaba, él era más tranquilo”, recordó el propietario del Hotel Casa Zúñiga.
‘Pensé en mi esposa y decidí pelear con él’
El día del intento de asalto, Richard regresaba a su casa de una consulta médica y, al entrar, oyó un insulto que le profirió su agresor que le propinó luego un golpe en la pierna izquierda.
“Él traía una navaja y yo pensé que me iba a matar, pero luego recordé que, si me mataba, le harían cosas a mi esposa para que les diera dinero y decidí pelear con él. Tomé unas tijeras y me defendí con ellas”.
El forcejeo entre el hotelero y su agresor se desarrolló en la bodega ubicada a la entrada de la casa, en la parte baja estaba su esposa que no se dio cuenta de lo que sucedía hasta que se lo dijo Richard, que también precisó que la pelea duró sólo unos 30 segundos.
El hotelero relata que, en un momento de la pelea, su agresor soltó la navaja y quiso apuntarle con una pistola, pero no pudo hacerlo porque Rick lo derribó y la pistola cayó junto a “El Male”.
“Él quería agarrar la pistola y movía su mano para poder dispararla, pero en ese momento tomé un pico que tenía a la mano y lo maté, así sucedieron las cosas”, contó Richard.
No quiso arriesgarse
Zúñiga dice que actuó en defensa propia porque en la parte baja de la casa estaba su esposa y dos empleadas, por cuyas vidas temía, y, a pesar de que el ahora occiso le pidió perdón, consideró que el riesgo de ser nuevamente atacado persistía si el agresor continuaba con vida, por lo que prefirió obrar en favor suyo.
“Después de los que pasó, hablé al 911 y les dije que un sujeto se había metido a mi casa y que lo había matado, les dije que los esperaba en el monumento; cuando el Policía llegó, pensó que era un robo en proceso, pero cuando vio el charco de sangre y el cuerpo, me tomó por el hombro, como dando a entender: ‘estás detenido’, el proceso duró como 30 horas y me trataron bien, me explicaron que debían seguir un proceso y no hubo ningún problema”, relató.
Richard dice no creer que vuelva a ocurrir algo similar: “La gente aquí no es mala, de 10 personas salió uno mal y él tuvo muchos problemas, la cárcel lo cambió mucho y en su vida también tuvo problemas, creo que esto ya se terminó”.
El extranjero también afirma que no tiene miedo, ya que entre sus vecinos se cuidan y, si alguno requiriera su ayuda, él estaría dispuesto a apoyarlos.
Hoteleros por la seguridad
Derivado de a este y otros acontecimientos de inseguridad en el Municipio, los empresarios hoteleros están dispuestos a pagar por la seguridad de sus establecimientos y sus alrededores, para no alejar el turismo.
Los prestadores de servicios firmaron un convenio con el Municipio en junio, para atender los problemas de limpieza, seguridad y mantenimiento, en el cual estuvieron presentes: Luis Espinosa Orozco, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac); Armando López Ramírez, Presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV); Enrique Nieto Acevedo, Presidente de la Asociación de Bares, y Samuel Ojeda Vega, en representación de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
Juan Pablo Franca, líder hotelero. Foto: Saúl Castro
