El esplendor de una época y los vaivenes políticos cimentaron la vida y obra del ingeniero don Ponciano Aguilar Frías, quien vivió en esta Capital desde 1853 hasta 1935; su paso por la vida y sus obras marcaron a miles de guanajuatenses.
Hoy, la población en general puede apreciar algunos de sus objetos más queridos, sus herramientas de trabajo, el preciosismo de sus muebles porfirianos que, desde los años 80 del siglo pasado, fueron donados a la Universidad de Guanajuato.
El Ing. Aguilar provenía de una familia de clase media guanajuatense, y obtuvo educación en el Colegio del Estado, que lo llevó a decidirse por el estudio de la ingeniería minera. Fue ingeniero de minas, topógrafo, metalurgista y ensayador de metales.
Obtuvo su título en 1876, luego de ser alumno sobresaliente del Colegio del Estado y, desde 1877, profesor del mismo; para 1879 era profesor de geología, paleontología y petrografía.
Además, incursionó en la administración, explotación y exploración de minas, siendo llamado a encargarse de puestos públicos, donde emprendió numerosas obras de carácter civil y arquitectónico.
En dichos puestos, no se limitó a ejecutar proyectos institucionales, sino que propuso otros proyectos, que respondían a una necesidad o con repercusiones económicas de largo alcance, como el caso del Túnel Coajín y la Presa La Esperanza, en Guanajuato; así como la carretera Guanajuato–Dolores Hidalgo, o el proyecto de la Laguna de Yuriria.
Formó parte de los equipos encargados del trazo y ejecución de las vías férreas, que comunicaron las zonas fértiles del Bajío con los centros de consumo y distribución de mercancía; además de realizar estudios para varios tranvías instalados en León, Irapuato y Guanajuato.
Su dedicación lo llevó a encargarse de la administración de varias negociaciones mineras, tanto nacionales como americanas y, en ese ámbito, implementó socavones y medios de extracción de agua de las minas con total eficacia, además del diseño de sistemas técnicos que mejoraban y aseguraban la extracción de mineral.
Derivado de estas actividades, formó una muy selecta y numerosa colección de minerales, a la que se suman varios ejemplares de la denominada “aguilarita”, mineral descubierto por el Ing. Ponciano en la mina San Carlos y que ha sido del que más plata se ha obtenido dentro del distrito minero de Guanajuato.
