Cientos de feligreses vivieron en el Templo de San Roque, el Viacrucis, que en esta ocasión fue representado por un joven de 17 años.

Desde hace más de 55 años, el Templo de San Roque es visitado por cientos de familias el Viernes Santao, las cuales se reúnen para recordar a Jesús cuando murió en la Cruz.

Los cargadores y cargadoras, todos descalzos, cargan las andas de Cristo y la Virgen María, para acompañar al joven que representa a Cristo, quien en medio de los reclamos y azotes de los romanos, camina con la Cruz a cuestas entre las calles estrechas de alrededor del templo.

Irvin García, de 17 años, quien representó a Cristo, fue el centro de atención de los feligreses y turistas que presenciaron el Viacrucis.

Con el rostro afligido, cansado y de sufrimiento, Irvin caminó más de dos horas con la Cruz a cuestas, en medio de unos rayos de sol que caían a plomo.

Cada paso, cada vuelta al templo y las Tres caídas, son una de varias representaciones que viven los guanajuatenses en la ciudad.

Al Templo de san Roque acuden familias completas para participar en esta celebración religiosa que cobra vida gracias a todos sus personajes, uno vestidos con yute (cilio), otros de romanos, apóstoles, vírgenes o mujeres vestidas de negro, guardado luto por la muerte de Jesús.

Finalmente, Jesús agoniza en la cruz, en la famosa explanada de los Entremeses Cervantinos, donde se congregaron cientos de feligreses para recordar el calvario de Cristo.

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