Para 2017, el escenario financiero para las instituciones de educación superior luce sumamente complicado, por lo que el presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Senado de la República, Juan Carlos Romero Hicks llamó a los actores políticos a iniciar una discusión que permita evitar un impacto negativo.
“El año próximo será de gran dificultad financiera y dentro de todo esto esperemos que en lo sustantivo como es la educación tenga la menor afectación posible”, dijo.
Y es que el Gobierno Federal, tiene listo un programa de recortes y disminuciones presupuestales para 2017, las cuales como se han planteado afectarían seriamente a las universidades públicas y sus diversos programas académicos y de investigación.
También preocupa las pensiones y jubilaciones de los trabajadores universitarios, como empleados administrativos, ya que de inicio la Cámara de Diputados ha dejado sin presupuesto a la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), instancia a la que en 2016 se otorgaron 1 mil millones de pesos.
Hicks señaló que por ahora, lo indispensable es evitar que los recortes y bajas presupuestales afecten a las universidades públicas y a los miles de personas que en ellas laboran.
“Hay que buscar las mejores fórmulas de un gasto que propicie el estimulo a la calidad, la cobertura, la equidad y la pertinencia”, afirmó.
En el tema de las pensiones y jubilaciones señaló que el monto en el caso de todas las universidades públicas del país es muy significativo, por lo que se deben encontrar las alternativas para afectaciones menores.
“El Rector General, Guerrero Agripino trae una colaboración muy cercana y muy autocrítica con los sindicatos para ver como se puede resolver el problema en el corto plazo”, aseguró.
