Ya son 15 años que se realiza la ofrenda de Día de Muertos de la escalinatas de la Universidad de Guanajuato, por alumnos de quinto semestre que cursan la asignatura de Apreciación Artística en la Escuela de Nivel Medio Superior.
Cada año participan 250 alumnos, es decir que a lo largo de 15 años han participado 3 mil 600 jóvenes guanajuatenses, con la finalidad de fortalecer las tradiciones mexicanas enfocadas al Día de Muertos.
La idea surgió por el maestro Antonio Borja, quien aseguró que no se le da eso de crear proyectos, siempre ha sido práctico, por lo que la idea se llevó a cabo de manera tan rápida como comenta que ocurrió.
Un día él estaba frente a la escalinatas del majestuoso edificio y de manera ocurrente fue que surgió la idea. “Ahí tuve la ocurrencia, ocurrencia de hacer una ofrenda de Día de Muertos. Lo platiqué con los chavos de la preparatoria y funcionó, aunque el primer altar fue un desastre sensacional porque hizo demasiado viento”.
Comentó en entrevista, que todavía hace unos años en Guanajuato, no se llevaban a cabo tantas actividades en Día de Muertos, sino que son pocos los años en que han surgido nuevas actividades como la muestra de tapetes de la muerte.
Destacó que la ofrenda siempre se ha dedicado a universitarios. “Afortunadamente este año no ha muerto ningún universitario connotado de la casa de estudios. Pocas veces nos hemos salido de este asunto de dedicárselo a universitarios, cuando se lo dedicamos a don Eulalio Ferrer, por esta vocación que tuvo por la ciudad”.
Este año, la ofrenda está dedicada a Miguel de Cervantes Saavedra por su 400 aniversario luctuso, que se conmemoró desde que inicio el año con actividades literarias y por supuesto durante el Festival Internacional Cervantino.
“Son 15 años de trabajo con los chavos en los cuales esta educación no formal, nos permite fortalecer la identidad de los jóvenes con las tradiciones y costumbres del país”.
Agregó que son seis grupos los que participan, se sortean cada espacio para que no exista ninguna preferencia y se les explica qué debe ir en cada espacio y ellos deciden qué símbolos colocar y con qué material trabajar, en total se colocan alrededor de 800 veladoras.
También se les hace hincapié en que deben de estar colocados los cuatro elementos que pueden representarlo con flores, granos, papel picado. Es muy padre porque poner a un grupo de chavos a que se pongan de acuerdo es muy complicado, pero lo logran afortunadamente”, finalizó.
