No sólo las alabanzas, oraciones y rezos estuvieron presentes en el festejo a los fieles difuntos, la música también apareció para recordarlos y hacerlos sentir que pese a su ausencia, su recuerdo sigue entre nosotros y que mientras persista, todos los que ya partieron siguen siendo parte de nuestras vidas.
Y pese a ser un día de nostalgia que en ocasiones llega a la tristeza, cientos de personas también llevaron alegría a los que ya han partido al viaje eterno y con instrumentos musicales en mano entonaron canciones y melodías para reconfortar el alma y acompañar a los seres queridos.
Como siempre instrumentos como las guitarras y las mandolinas fueron las preferidas por quienes con canciones y composiciones musicales recordaron a sus familiares y les ofrecieron sus rimas y versos para mantenerlos vivos en el corazón y la memoria.
Los familiares se reunieron alrededor de las tumbas y con voz firme, además de las notas musicales entonaron las canciones que les gustaban a sus familiares o bien con aquellas que más los recuerdan.
A algunos se les quebraba la voz y unas lágrimas rebeldes asomaron para recorrer sus mejillas, en una clara muestra de que los recuerdos jamás dejarán de estar presentes, porque son la conexión que nos permite mantenerlos vivos.
Canciones como “Amor Eterno”, “Volver, volver”, “Que falta me hace mi padre”, “Si acaso yo muero”, “Puño de tierra”, fueron de las que más se escuchaban entre tumba y tumba en Santa Paula.

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